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Las nuevas tecnologías frenan los robos en tiendas

Las modernas técnicas de venta encaminadas a atraer la atención del cliente, con productos expuestos al alcance de la mano del consumidor, tiene indudables ventajas para unos y otros. El vendedor muestra toda su mercancía al público y facilita la compra, en ocasiones impulsiva, del cliente. æpermil;ste, a su vez, accede al artículo deseado sin colas ni esperas; mira, toca y elige sin la a veces incómoda mirada de un dependiente. Pero tiene, también, sus inconvenientes. El género así expuesto puede resultar en ocasiones una invitación al hurto. ¿Para qué pagar por ello si se puede obtener gratis... robándolo?

Para combatir esta eventualidad los comercios han invertido grandes sumas de dinero en una mayor presencia tecnológica en sus tiendas, a tenor de los resultados ofrecidos por el Barómetro Europeo del Hurto en la Distribución. Este informe establece una relación directa entre el incremento de la inversión en seguridad y la caída, en un 2,2%, de la pérdida desconocida general entre junio de 2003 y el mismo mes de 2004, continuando así la tendencia iniciada los doce meses anteriores.

El gasto de seguridad se sitúa en Europa en la cifra récord de 7.207 millones de euros en el año, con un incremento de 300 millones con respecto al último barómetro. En España este gasto es de 488 millones. La suma destinada a seguridad equivale ya al 23% de los costes totales de la pérdida desconocida en los países analizados.

El estudio, realizado por el Centre for Retail Research (CRR), del Reino Unido, y patrocinado por la empresa de sistemas de seguridad Checkpoint Systems Europa, está basado en las respuestas de 423 grandes minoristas de 24 países, entre los que se incluyen este año los nuevos socios del Este de la UE. En España han colaborado en este informe 27 compañías, con un total de 1.134 puntos de venta.

El hurto externo sigue siendo la principal causa de pérdida desconocida, con un 48% del total, si bien el hurto interno (el que se produce entre empleados y proveedores) creció de un 28% a un 29%. El 84% de la pérdida desconocida se debió a actividades delictivas.

El barómetro fija el impacto de la delincuencia en la distribución de los países estudiados para el periodo interanual finalizado el pasado junio en 32.999 millones de euros, lo que supone la menor cifra registrada desde la primera edición del barómetro (en el año 2000). En España, este impacto de la delincuencia, que suma al total de pérdidas los costes de seguridad, fue de 2.023 millones.

La protección electrónica de los artículos es hoy la más adecuada para evitar los robos, porque a su efecto protector se le añade el disuasorio. La etiqueta de protección electrónica, un cada vez más pequeño y discreto dispositivo que da la alarma en caso de que algún artículo sea retirado de la tienda sin desactivación previa, es hoy ampliamente empleado en el comercio minorista. No lo es tanto, sin embargo, la etiqueta de identificación por radiofrecuencia, sobre todo por su mayor coste e inversión en tecnología. Esta etiqueta permite almacenar una cantidad determinada de datos que puede utilizarse además para funciones comerciales, de logística o de control de existencias, entre otras.

Pero si los dispositivos de seguridad son hoy imprescindibles para la lucha contra el robo en establecimientos, una buena organización de la tienda y la formación de los empleados pueden potenciar la efectividad de éstos. Situar los productos más proclives al robo en zonas más visibles o prestar atención a actitudes sospechosas suele resultar muy efectivo.

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