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La vida de las empresas

Diseño y precisión a la medida

No es lo mismo vender gafas de sol en Europa que en Asia, donde la población suele tener la nariz más pequeña y ancha, por lo que el puente pierde tamaño para que las orejas sean las que soporten el peso de las mismas; tampoco es lo mismo vender gafas para una empresa de submarinismo en Miami que para las colecciones que se exhiben en los desfiles de Paco Rabanne o Carolina Herrera.

Hablar del desarrollo de la óptica en España es hablar de Indo, la empresa fundada en Barcelona el 7 de febrero de 1942. Coincidiendo con el cambio de siglo, la dirección decidió dar un giro a su estrategia hacia nuevas actividades con vistas a la expansión internacional. Antonio Olivella, director general de Indo, asegura que no ha sido fácil vencer las inercias históricas de una empresa industrial hasta convertirla en un grupo internacional con implantación en seis países europeos (Alemania, Francia, Dinamarca, Portugal, Italia y España), Estados Unidos, Tailandia, China, Chile o Marruecos, con una cifra de negocio anual de 125,6 millones de euros y 1.650 trabajadores. 'Lo primero que hicimos para internacionalizar fue cargarnos el departamento de internacional; no queríamos gente aparte, sino que todo el personal trabajara integrado y que se sintiera parte de la compañía. Parece que lo hemos logrado, ya que en tres años hemos conseguido que la parte internacional pase de representar el 12% al 25% de las ventas para Indo'.

Pero, por encima de otra cuestión, destaca que la oportunidad de la compañía está en la diferenciación del producto y no en competir por las ventas. 'En el mundo se venden 600 millones de lentes plásticas básicas; nosotros vendemos siete millones de lentes complejas; podríamos entrar a competir para mejorar nuestras ventas, pero no nos serviría de nada porque nos ganarían los países con costes más bajos que España. Por este motivo preferimos hacer un producto con valor añadido (transparente, más delgado o más estético) que cueste un 5% más que el resto y cuyo mayor precio tenga justificación para el cliente', concluye.

Fabricación

Indo vende lentes, monturas y maquinaria para óptica, aunque la división que más representa dentro del negocio es la de lentes, con un 53% de las ventas totales. En este último servicio cubren la demanda de los ópticos, que llega a los laboratorios de Indo con las especificaciones técnicas que se precisan. El trabajo empieza en el taller de montaje a partir de un trozo plástico o mineral en bruto, al que se le introduce en una cadena donde se va puliendo y limpiando hasta que llega al centrado, donde se hace coincidir el centro óptico de las lentes con la pupila del usuario en el caso de las lentes progresivas.

'Cada petición tiene que estar terminada a las 24 horas de entrar por el taller; si necesita un tratamiento específico, debe tardar como máximo 24 horas más, para estar en la óptica en un plazo recomendado de tres días', asegura Jesús Sanz, director del laboratorio de Barcelona. En la sala contigua entran gran parte de las lentes para ser tratadas con colorantes y agua destilada, hasta conseguir el aspecto de una lente de sol, la más demandada en esta época. El día de mayor trabajo, según Sanz, es el lunes, ya que la gente siempre realiza peticiones a las ópticas los viernes y los sábados. El proceso para la lente acaba con un tratamiento antirreflejante, 'el más complejo del sistema y muy poco utilizado en otras empresas, que sirve para reducir la capacidad de reflejo en las gafas en un 97%'.

El trabajo de las monturas empieza en el departamento de diseño; allí, un grupo de cinco diseñadores busca inspiración dentro y fuera del sector para una firma que vive permanentemente de la innovación. De hecho destina el 3,3% de los ingresos a trabajos de I+D y el 60% de sus ventas son productos con un máximo de tres años en el mercado. Con el boceto y las medidas impuestas por los diseñadores, los ingenieros lo traducen pieza por pieza a un modelo de tres dimensiones para sacar un molde de acetato, que debido a su gran contenido en algodón es más maleable y se puede transformar mejor durante todo el proceso hasta la obtención del prototipo.

Gerardo Díaz, director de producto del área de gafas de Indo, asegura que hay que ser muy selectivo en la fabricación y hay que estar permanentemente encima de los prototipos, ya que cada uno 'puede costar a la empresa, sumando todas las variables, entre 500 y 600 euros', y el proceso de producción de las gafas puede alargarse entre 400 y 500 días, 'por lo que hay que revisar con frecuencia los costes para que no haya desviaciones en las previsiones y no se dispare el presupuesto fijado'.

Proyecto integral y llave en mano

La decoración de ópticas es uno de los últimos negocios puestos en marcha por Indo. Eduard Esteve (en la imagen), director del departamento, asegura que, tras cinco años de vida, está en constante evolución trabajando en tres vertientes: diseño a medida, mobiliario modular y complementos para ópticas y clínicas oftalmológicas.'Lo que más se demanda actualmente es diseño a medida, para cambiar la estética y controlar la dirección de la obra', señala. Indo Decoración realiza trabajos en todo el territorio nacional, aunque por ahora sólo tienen oficinas en Madrid y Barcelona, además de una persona encargada de la zona sur, debido a la creciente demanda en la zona.Según Esteve, los precios varían en función de las peticiones, aunque calcula que la renovación del mobiliario de una óptica media de 100 metros cuadrados puede costar 18.000 euros, mientras que la obra completa puede salir por una cifra entre 90.000 y 150.000 euros.

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