Los bancos de EE UU estrechan el cerco sobre los europeos
El renovado interés de Citigroup por Barclays podría convertirse en el desembarco de la banca de EE UU en Europa. El problema, las reticencias de los Gobiernos europeos. Pero los propios banqueros creen que cada vez están más cerca las fusiones transfronterizas, con EE UU como protagonista.
Citibank no ceja en su objetivo de adquirir un gran banco europeo y las alarmas en las principales entidades financieras del continente han saltado ante una posible oleada de adquisiciones transatlánticas.
Según analistas del mercado, la eventual compra del británico Barclays, el cuarto banco europeo por capitalización, a manos del primer banco del mundo por activos puede ser uno detonantes para el desembarco definitivo de entidades de EE UU.
Los especialistas coinciden en que si el Citigroup logra adquirir una entidad en este país, el resto de sus competidores, como el Bank of Boston o el JP Morgan Chase, se animarían a imitarlo viendo que ya se ha puesto la primera bandera en una plaza teóricamente más difícil.
Un segundo argumento para estas operaciones cuya materialización es 'sólo cuestión de tiempo' según los analistas de la City, es el excepcional momento de liquidez que vive la banca estadounidense -tras concluir su proceso interno de fusiones- sumado al interés por una plaza sin riesgo, una vez que no pueden crecer mucho más de manera orgánica dentro de sus propias fronteras.
Europa ha sido históricamente la plaza donde más dinero han invertido los bancos estadounidenses. De hecho, datos de la Reserva Federal indican que casi el 42% de toda su cartera extranjera se encuentra invertida en el continente. Para Marta Raga, gestora de Cartera de BNP en España, esta tendencia debería mantenerse, pues los estadounidenses están en un proceso de consolidación de activos seguros, cambiando el tradicional riesgo que le generan mercados como América Latina.
Antes de concretar cualquier operación, los bancos de EE UU deben ganar un pulso con las autoridades regulatorias del continente y los dueños de los bancos, quienes ven con reticencia las fusiones y mucho más si éstas vienen del otro lado del Atlántico. El presidente del Deutsche Bank, Josef Ackerman, ha advertido que estas operaciones son un peligro para la integración financiera europea.
Pero no es ningún secreto que Citigroup considera insuficiente su presencia en el mercado minorista del Reino Unido. El gigante estadounidense ha intentado varias veces lanzar una ofensiva en la banca minorista en el mercado británico, pero nunca ha sido capaz de penetrar el oligopolio que hasta hace unos años ejercía la banca del país.
La semana pasada, el consejero delegado del Royal Bank of Scotland, Fred Goodwin, haciendo referencia a las posibilidades de fusiones transfronterizas en Europa comentó que le parecía significativa la reciente visita a Alemania de Sanford Weil, presidente de Citigroup. Goodwin no entró en detalles, pero el mismo Weil destacó hace poco que la legislación laboral alemana era un importante obstáculo para penetrar en ese mercado.
En los últimos meses, el Citigroup ha visto truncada la posibilidad de comprar el Deutsche Bank, o los británicos Lloyds TBS o el Abbey, opado por el Santander.
Interés del RBOS en Abbey
El diario británico The Observer publicó ayer que el Royal Bank of Scotland podría presentar una contraoferta por Abbey en septiembre, informa Bloomberg, lo que sorprende tanto porque el RBOS es el tradicional aliado británico del SCH como por los problemas de competencia que acarrearía. Desde el primer día, en todo caso, el Santander dejó clara su disposición a mejorar su oferta ante una posible opa competidora. 'Es una circunstancia que puede ocurrir, pero estaremos preparados', dijo Botín en Londres al ser preguntado al respecto el mismo día que se presentó la oferta.
El Citigroup ha estudiado la posibilidad de comprar Deutsche, Lloyds o Abbey
Un contraataque silencioso
Mientras el Santander está a la espera de llevar a buen puerto la adquisición de Abbey National, otros bancos europeos buscan también su oportunidad en Estados Unidos. Su objetivo es potenciar el crecimiento del mercado minorista. Sin ir más lejos, el Royal Bank compró hace un par de meses el Charter One por 10.500 millones de dólares, convirtiéndose en el décimo banco comercial del EE UU. Una semana antes, el francés BNP Paribas había adquirido el USDB por 245 millones, sumando 531 nuevas sucursales a su filial en el país, BancWest.En España, el más agresivo ha sido el BBVA que prepara su ofensiva en este mercado tras adquirir como experiencia piloto un pequeño banco, el Valley Bank. El SCH tampoco gana posiciones a través de su alianza con el Bank of America. Esta oleada se suma al desembarco que hicieron en este mercado entidades como el Deutsche y Credit Suisse, en la década pasada. Los banqueros están cada vez más convencidos de que las operaciones transfronterizas están cerca.