_
_
_
_
Análisis

Enfriamiento de expectativas

En una Bolsa lateral, que en las últimas semanas se ha ido deslizando a la baja, el lanzamiento de la oferta del Santander sobre la conocida marca británica del negocio hipotecario Abbey National ha venido a animar un panorama más bien mortecino. En efecto, el año 2004 se está comportando como uno de tantos en los que los tipos de interés empiezan a subir, moviéndose horizontalmente.

Aunque podría decirse que el canal en el que han entrado las Bolsas desde finales de junio es estrictamente bajista, la caída de las cotizaciones más parece un 'regate' bajista transitorio que el comienzo de una senda descendente duradera. La causa de ese retroceso de las cotizaciones se debe a que los mercados han entrado de uno de sus dos bien conocidos tipos de rachas: cuando sólo toman en consideración los aspectos negativos de cada nueva información.

En este caso lo que han decidido tomarse mal han sido los resultados empresariales. Cualquier mota en la información que haya venido proporcionando cualquier empresa (no hablemos ya cuando los resultados, como en el caso de Nokia, no han sido buenos) ha sido tomada a la tremenda. Al mercado bursátil norteamericano parece no bastarle que el incremento en los resultados en el segundo trimestre del año 2004 haya sido del 23% respecto a idéntico período del año anterior. Ni que las expectativas para el trimestre actual sean de un incremento medio del 14%.

Lo que se está poniendo de relieve, y a lo que se le está dando una importancia mayor, es al hecho, que parece estarse imponiendo, de una desaceleración del crecimiento de los beneficios empresariales, cuando no de la propia expansión económica en la primera economía del mundo: la mayoría de los indicadores parecen apuntar a una ralentización del crecimiento en EE UU en el mes de junio.

Por su parte, y respecto al sector de las nuevas tecnologías, parece estarse imponiendo también el consenso de que las empresas están sobrevaloradas en bolsa y de que se imponía una corrección. Como consecuencia, el Nasdaq Composite ha perdido el 7,7% hasta la tercera semana de julio y lo ha seguido haciendo en un 3% adicional en la última.

El impacto sobre los fondos que invierten en el sector tecnológico ha sido, pues, muy fuerte: en promedio han perdido un 16,6% desde el mejor momento que han tenido en 2004, que coincidió con el máximo del Nasdaq en abril de este año.

También los índices que hacen el seguimiento de los small caps, como el Russell 2000 han tenido una fuerte corrección a finales de mes, tras haber sido los que más habían avanzado previamente en el año: a estas alturas el Russell 2000 ya sólo conserva una rentabilidad acumulada del 6,76% (en los últimos tres meses, 0,47%). Los fondos de small caps han retrocedido, también en promedio, un 13,8% desde su mejor momento en la primavera pasada.

Y en esto llegó el Santander con su oferta sobre Abbey. La reacción inmediata de las respectivas acciones fue la convencional en una situación de estas características: caída de la cotización del Santander y subida de la de Abbey. ¿En qué medida ha afectado la oferta pública a la cotización de los fondos especializados que invierten en el sector financiero?

Hasta conocerse la públicamente la operación, los 35 fondos de estas características que se distribuyen en España acumulaban en el año unas pérdidas del 0,25%. En la semana adicional que ha transcurrido desde entonces han reducido pérdidas y su rentabilidad media es ahora del 2,3%. Lo que no está claro es en qué medida esta clase de fondos se han visto afectados por la operación.

Los fondos sectoriales financieros suelen comportarse mal en años, como este 2004, de subida de los tipos de interés. Sin embargo, de conjunto, en plazos más largos suelen hacerlo bastante bien: un ejemplo podría ser el de los años noventa, cuando se situaron en promedio en la segunda posición del ranking, justo después de los fondos tecnológicos.

Otros fondos que seguramente se han visto claramente afectados por la operación del Santander son los hedge funds que se especializan en un tipo de estrategia que consiste en arbitrar en esta clase de operaciones, bien cuando se sospecha que van a tener lugar, bien cuando ya se han hecho públicas. Sobre ese tipo de fondos existe mucha menor información pero no cabe duda de que algunos están siendo muy activos en ella.

Análisis Arbitraje en las fusiones

l Situaciones como la de la opa de Santander sobre Abbey recuerdan lo poco rentables que suelen ser para los accionistas de los bancos compradores este tipo de operaciones.l Un informe de Citigroup concluía que para EE UU, en promedio, la acción del comprador ha estado por debajo de lo que debería.l Probablemente se beneficiarán los hedge funds especialistas en arbitrar en esta clase de operaciones, no accesibles en España para el particular.l Algunos nombres que arbitran en fusiones y adquisiciones: Merger, McD Merger Arbitrage o Alpstar Fund Ltd.

Archivado En

_
_