Las bolsas europeas acusan el petróleo, Nokia y la peor coyuntura en EE UU
El petróleo, por encima de los 38 dólares en Londres y rondando máximos de un mes y medio en Nueva York, ha pesado hoy nuevamente sobre la renta variable europea. Allí, ha reinado el desánimo procedente de más frentes: el tecnológico, con las negativas previsiones de beneficios e ingresos de Nokia, y la coyuntura estadounidense.
La bolsa española ha caído un 0,58% y perdido el nivel de 8.000 puntos, por primera vez en mes y medio, arrastrada por la caída de las plazas internacionales. En Europa, el batacazo fue mayor (Francfort retrocedió un 1,32%; París, un 1,05% y Londres, un 0,73%), porque soportan un mayor peso tecnológico, según los analistas.
Mientras Apple anunció ayer al cierre que ha triplicado ganancias, el fabricante de teléfonos finlandés Nokia divulgaba hoy que sus ventas y ganancias no sólo son menores que hace un año, sino que también lo son sus expectativas. Espera que el beneficio del tercer trimestre se situé entre 0,08 euros y 0,10 euros por acción, desde los 0,17 euros de 2003 y muy por debajo de la estimación media de 0,14 que apuntaron los expertos a Reuters. Al sector tecnológico ya le costó digerir el jarro de agua fría que echó Intel, al divulgar un balance peor del esperado, que doblegó ayer a la bolsa de Tokio.
En el capítulo empresarial, Citigroup, líder mundial de
servicios financieros, divulgó también que sus ganancias del segundo trimestre cayeron un 73% por costes legales derivados de la quiebra de Worldcom. Por otra parte, los indicadores más destacados de EE UU apuntaron a una caída del índice de precios de producción industrial en junio del 0,3% tras un alza del 0,8% en mayo, la mayor en 15 meses.
Además, el número de solicitudes de subsidio por desempleo fue esta semana algo más abultado de lo que se preveía: se incrementaron en 40.000 peticiones en la semana que finalizó el 10 de julio, según el Departamento de Trabajo. Estos datos ayudaron momentáneamente al euro frente al dólar y llevaron a la divisa europea a rozar los 1,24 dólares a lo largo de la sesión.
Con todo, Wall Street lograba enderezarse a media sesión gracias a la primera contención de los precios de producción en siete meses. En junio, descendieron tres décimas gracias a la "moderación" de los energéticos. El último impulso alcista lo ha dado el índice de la Fed de Filadelfia que subió un 36,1 en su lectura para julio y superó las expectativas. Las miradas estarán ahora puestas en el dato de inflación del otro lado Atlántico, que se conocerá mañana, y que dará alguna "pista" sobre la evolución de los tipos de interés a corto plazo.