Arte y poder en el Mediterráneo medieval
El retablo de Santa Catalina, una joya medieval actualmente en el Sinaí (Egipto), ha vuelto a Barcelona más de 600 años después de que lo pintara Martí de Vilanova, con motivo de la exposición Mediterraneum que muestra el esplendor medieval del Mare Nostrum a través del arte, la política, la navegación y el comercio.
La exposición, que se inscribe en el Fórum Ciudad, se muestra hasta el 27 de septiembre en dos sedes, el Museo de Historia de Cataluña (arte, cultura, religión y poder) y el Museo Marítimo de Barcelona (navegación y comercio). Mediterraneum reúne más de 200 piezas procedentes de 80 museos de Egipto, Turquía, Italia, Dinamarca, Austria, Bosnia, Francia, Holanda, Alemania, Reino Unido, Portugal, Croacia y España.
El retablo de Santa Catalina fue encargado a Martí de Vilanova en 1387 por el cónsul catalán en Damasco y donada al cenobio de Santa Catalina del Monte Sinaí, con quien la corona catalano-aragonesa tenía fuertes vínculos y donde, según la tradición bíblica, Moisés vio la zarza ardiente, recibió las tablas de la ley e hizo brotar el agua con la que sació al pueblo de Israel.
Entre otras piezas, se exhiben un ejemplar del Llibre de Gentil o dels tres savis, de Ramon Llull (siglo XIV), una silla prioral de Blanca de Aragón (1322-25), una cruz pintada de Pisano (siglo XIII), varios retratos de Alfonso el Magnánimo (1455), documentos medievales como la Histoire d'outremer, de Guillaume de Tyr (1287), un Corán anónimo de Bagdad (siglo XIV) caligrafiado por Ibn al-Suhrawardi o la Nao de Mataró (siglo XV), el modelo más antiguo de una embarcación de la época.