¿Y los fondos alternativos?
Es bien sabido que los mercados financieros suelen verse estimulados por los mismos mecanismos que ponen en movimiento a cualquiera de los demás cuerpos sociales. Entre esos motivos están lo que los anglosajones llaman greed and fear o, lo que es lo mismo, el miedo y la codicia; y también los rumores, las fantasías y las modas.
Y entre las modas de los últimos años, y en un sector tan específico, pero de tanto peso, como son los fondos de inversión, una de las más llamativas ha sido la de los fondos alternativos. En nuestro país han estado haciendo pareja en las vitrinas de las gestoras con los fondos garantizados de renta variable y con los de gestión por VAR, sea que estos últimos garanticen el capital o no.
De los fondos garantizados poco se puede decir en general, excepto que los bajos tipos de interés no permiten que las garantías sean muy atractivas. Por decirlo brevemente: los bonos garantizados son posibles gracias al diferencial que queda libre desde el precio al que se compra un bono de cupón cero y la par, es decir, el 100%. Con esa diferencia se paga la comisión de gestión del fondo y las opciones de compra sobre índices de Bolsa que permiten ligar la rentabilidad el fondo, por medio de fórmulas más o menos alambicadas, a la subida de esos índices. Si las opciones están muy caras y los tipos de interés bajos, la posibilidad de lanzar fondos garantizados con fórmulas de revalorización atractivas casi desaparece.
La evolución al alza que han tenido los tipos favorece el lanzamiento de los garantizados, aunque el aumento de la inestabilidad en Bolsa lo perjudique.
¿Y qué decir de los fondos alternativos? Pues que en un cuatrimestre que empezó bastante optimista, continuó con un claro repunte de los tipos de interés de medio y largo plazo a finales de enero y principios de febrero; siguió con la caída de las Bolsas, acentuada por los atentados de Madrid, en marzo, y culminó en abril con una nueva subida de los tipos de interés de largo plazo y un debilitamiento general de las Bolsas de nuevo.
Es decir, tras un periodo que, sin ser excesivamente malo para muchos de los activos (excepción hecha de la renta fija) la categoría de los fondos alternativos autorizados para ser distribuidos en España ocupa el octavo peor puesto por rentabilidad media dentro del conjunto de las 147 categorías Lipper de las que tiene sentido hablar en España. Sólo los fondos de renta variable del sector metales preciosos, o la del conjunto geográfico formado por China, Hong Kong y Taiwán, han tenido un peor comportamiento.
Los fondos de gestión alternativa acumulan en promedio para el primer cuatrimestre una rentabilidad ligeramente negativa de 0,29%. Es decir, en realidad no parece que incumplan las expectativas que se les atribuyen normalmente, que es dar una rentabilidad estable y no demasiado elevada que esté desligada del comportamiento de los mercados. Si se observan los 58 fondos incluidos en esta categoría, el comportamiento sólo es ligeramente dispar, con la mediana de las rentabilidades en -0,1%. Destaca en primer lugar el Mutuafondo Gestión Mixto con un 2,12% (es el único que supera el 2%), un fondo que también podría considerarse como mixto flexible dada la libertad de movimientos de que gozan sus gestores pero al que el propósito, también de los gestores, de mantenerlo lo más alejado posible de las oscilaciones del mercado, permite igualmente incluir en este grupo.
Sólo 10 fondos alternativos obtienen en lo que va de 2004 una rentabilidad entre el 1% y el 2%, quedando la mayoría de los restantes entre el -1% y el +1%. La verdad es que a los fondos de gestión alternativa no se les puede reprochar estrictamente nada. Estaban concebidos para proporcionar rentabilidades estables y, sobre todo, ajenas al comportamiento de los mercados, y eso es lo que están proporcionando en promedio. Si las Bolsas hubieran continuado su trayectoria alcista, la inversión en alternativos estaría languideciendo. Como todos los mercados parecen haberse alterado a la vez, la alternativa de los alternativos puede seguir siendo atractiva para conservadores.
Parece, en todo caso, que las rentabilidades de los fondos alternativos no han estado desligadas al cien por cien del comportamiento de los mercados ya que en enero y febrero, que pueden considerarse los meses más positivos de este año, las rentabilidades medias respectivas fueron ligeramente positivas, mientras que en marzo y abril fueron negativas. Todo ello dentro del intervalo que va desde -0,37% a +0,33%.
Análisis. En un mercado lateral
En el primer cuatrimestre, la mayor parte de las diferentes clases de fondos que se distribuyen en España obtuvieron rentabilidades medias positivas, pese al comportamiento tan irregular de los mercados.Irregularidades, que si se exceptúa el mercado de bonos y obligaciones, y si se hace abstracción de la caída de las Bolsas que siguió a los atentados del 11 de marzo en Madrid, no han sido de amplias.Los que invierten en small caps, emergentes europeos y biotecnología, fueron, junto con los de los valores defensivos, los que mejor lo hicieron en el periodo.