El riesgo de los sectoriales
La semana pasada fue de cierta agitación en los mercados financieros a causa de los indicios que apuntan a que el fuerte ritmo de crecimiento de la economía norteamericana pudiera estar ya generando algo de inflación.
En efecto, no sólo el dato de IPC del mes de marzo fue malo, sino que durante dos meses seguidos el índice de precios al por mayor tampoco ha sido tranquilizador. Parte del origen de este incremento de los precios está en la escalada de los de las materias primas, que han estado subiendo de manera casi ininterrumpida durante los dos últimos años, aunque hace dos semanas sufrieran un recorte, coincidiendo con un nuevo tramo de apreciación del dólar.
Hay que tener en cuenta que los precios de las materias primas se expresan en la moneda norteamericana y sufren cuando ésta se fortalece, un fenómeno que es bien conocido en el caso del oro.
Los fondos especializados en sectores sirven para diversificar, pero su riesgo es elevado
También tuvo que ver ese proceso de ventas con el temor a que la Reserva Federal pueda proceder a elevar el nivel de los tipos de interés antes de lo que se pensaba (es decir, a mediados de año, en lugar de a finales o, incluso, el año que viene).
El proceso de apreciación del dólar que se inició hace tres meses aún no se ha detenido, a pesar de los malos datos de comercio exterior que se siguen publicando en Estados Unidos. El más reciente, que corresponde al mes de febrero, volvió a situar el déficit de la balanza por cuenta corriente en 43.000 millones de dólares. Por ahora no parece que su financiación corra peligro, pues en ese mismo mes el flujo neto de capitales hacia Estados Unidos fue de más de 83.000 millones de dólares. Nada que ver, por tanto, con la situación de finales del verano pasado, cuando, a pesar de que el déficit mensual de la cuenta corriente se mantenía en esos mismos niveles, la entrada por la cuenta de capital se redujo a su mínima expresión (en uno de los meses fue de poco más de 4.000 millones de dólares).
Entre tanto, y a pesar de que la subida de los tipos de interés de corto plazo se ve ahora más cercana en Estados Unidos, el mercado de renta variable se ha mantenido bastante bien. Probablemente las declaraciones de Alan Greenspan en esta última semana, dando una de cal y otra de arena, han mantenido finalmente las cosas en una situación muy parecida a como estaban previamente.
En Europa la renta variable mantiene una revalorización que, para el índice Euro Stoxx 50, se encamina hacia el 5%. Por sectores, los índices respectivos han tenido, como es habitual, un comportamiento bastante disperso, con crecimientos en lo que va de año que superan el 12% para el financiero o el de alimentación. Otros, como el de agua gas y electricidad, o el de ventas al por menor han crecido hasta ahora a un ritmo muy próximo al anterior.
De entre los sectores del DJ Stoxx, las revalorizaciones menos importantes le han correspondido al sector químico y al del automóvil (alrededor del 2% y el 3%, respectivamente).
¿Y qué ha ocurrido mientras tanto con los índices sectoriales de fondos de renta variable? Desde comienzo de año las mejores rentabilidades medias las están proporcionando, también, los de alimentación y bebidas (más del 8%) y financiero (7,2%), y las peores los de metales preciosos.
En definitiva, los fondos sectoriales proporcionan una buena ayuda a la diversificación de una cartera, aunque tienen el inconveniente de que su volatilidad o inestabilidad suele ser bastante elevada y pueden proporcionar fuertes ganancias o importantes pérdidas, según sea el periodo que se elija para invertir en ellos.
En los años noventa se dio el caso de algún sector, como el de farmacia y salud, que pasó de estar a la cola de los sectores más rentables de Bolsa en 1992 y 1993 para situarse en el segundo puesto por rentabilidad en 1994 (año que fue malo para los mercados de valores) y a la cabeza en 1995. Si se toma como referencia los sectoriales de Dow Jones la diferencia consistió en pasar de perder el 14% y el 4,80%, respectivamente, en los dos primeros años a ganar el 10,78% y el 50,6% en los dos últimos. Algo parecido podría decirse del sector tecnológico que estuvo a la cabeza en cinco años diferentes de la década de los noventa para situarse en la cola en 2000, 2001 y 2002.
Los fondos sectoriales sirven, pues, a un propósito de diversificación, pero tomados aisladamente concentran un mayor riesgo que los fondos generalistas de renta variable.
No más del 15% de la cartera
Los fondos sectoriales suelen tener un papel secundario dentro de la estructura diversificada de una cartera de fondos, y no es recomendable que superen el 15% del total.Entre los gestores más famosos de sectoriales están Ed Owens, a cargo de un fondo del sector farmacia y salud, el Vanguard Health Care. También es conocido el Merrill Lynch Healthcare.La rotación entre sectores de Bolsa es una tarea complicada por el no especialista, aunque de manera esquemática sea fácil saber cuáles son los sectores que van mejor en cada fase del ciclo económico.