La petrolera revisa a la baja en 123 millones de barriles sus estimaciones de reservas
Por primera vez en los últimos años, el resultado de la revisión de las estimaciones de reservas de Repsol ha hecho necesaria una rebaja. En concreto, en el ejercicio 2003 Repsol ha rebajado 123,16 millones de barriles equivalentes de petróleo crudo sus estimaciones anteriores, lo que representa un 2,3% de las reservas que tenía contabilizadas un año antes.
La revisión a la baja sobre las cifras anteriores se concentra, sobre todo, en Argentina. El recorte afecta por un lado a 43,95 millones de barriles de reservas probadas de petróleo crudo, condensado y GLP, lo que supone una rebaja del 2,18% sobre la estimación de esas reservas realizada a cierre de 2002. En cuanto al gas natural, Repsol ha rebajado en 444.811 millones de pies cúbicos (un 2,44%) sus estimaciones anteriores de reservas probadas.
Esa rebaja de estimaciones no ha impedido que las reservas totales de Repsol crezcan tras dos años de fuerte recorte, al pasar de 5.261 a 5.433 millones de barriles equivalentes de petróleo.
El aumento se ha producido gracias a la fuerte compra de nuevas reservas de gas natural, pues la de petróleo crudo, condensado y GLP siguen cayendo con fuerza. Las extensiones y descubrimientos no han sido suficientes para cubrir la producción del año. Las reservas probadas desarrolladas han vuelto a caer y lo que han aumentado son las no desarrolladas.
Repsol tenía al cierre de 2002 uhn total de 410 millones de euros en provisiones relacionadas con las reservas. En 2003 se apuntó un ingreso de 275 millones al revertir una parte de esa provisión.
De las reservas netas probadas de petróleo, condensado y GLP y gas natural al 31 de diciembre de 2003 un 48,3% (85% de las reservas operadas) han sido estimadas por Gaffney, Cline & Associates y DeGoldyer and MacNaughton y las reservas del resto de los activos en los años 2003 y 2002 han sido estimadas por la propia Repsol de acuerdo con las normas de EE UU.
La cuestión de las reservas se ha situado en el punto de mira de inversores y analistas tras la fuerte rebaja efectuada el pasado 9 de enero por Shell, que recortó nada menos que en un 20% (unos 3.900 millones de barriles) su estimación de reservas probadas de petróleo y gas.