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Fondos

Activos con mucha energía

La evolución del precio del petróleo es una de esas variables que siempre tienen en mente los analistas, al igual que la cotización del euro frente al dólar. En las últimas semanas el interés ha sido máximo, porque el precio del barril de petróleo brent ha escalado posiciones desde mediados de marzo hasta superar los 33 dólares y situarse casi en los niveles previos al estallido de la guerra de Irak.

Los fondos que invierten en el sector energético, es decir, en compañías petroleras, se están haciendo eco de la situación y acumulan una ganancia media del 9% en lo que va de año, según los datos de Morningstar. Muchas de estas compañías son sensibles a la evolución del precio del petróleo, especialmente las que se dedican a la exploración, cuyos beneficios aumentan cuanto más caro es el precio del petróleo.

El porqué de esta subida hay que buscarlo en numerosos factores. Del lado de la oferta, en primer lugar, la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) ha aprobado un recorte de la producción que comenzará en abril. Paralelamente, la producción iraquí está tardando más de lo esperado en recuperar los niveles previos a la guerra. La inestabilidad política en Nigeria y Venezuela, dos de los grandes productores mundiales de crudo, tampoco está favoreciendo una caída del precio del barril. 'No existen tecnologías rompedoras en el horizonte que puedan mejorar dramáticamente el ritmo de exploración, como ocurrió en los noventa', añade Charles Wall, analista de Mellon Global Investments.

Las valoraciones del sector siguen siendo atractivas, pero los gestores no son tan optimistas con las perspectivas de crecimiento de beneficios

Del lado de la demanda, el repunte del ciclo económico genera mayor producción y, en consecuencia, mayor demanda de energía. 'Las empresas consumen más petróleo en épocas de crecimiento', confirma Ramón Esteruelas, director de clientes institucionales de ING Investment Management. Esteruelas añade otro factor importante: el ritmo de crecimiento de China está disparando la demanda con mucha intensidad.

'Creemos que el incremento de la oferta en 2004 por parte de los países no pertenecientes a la OPEP no compensará el efecto de una demanda creciente y el hecho de ver cómo los países miembros de la OPEP mantienen la cohesión en sus políticas de producción', sostiene Álvaro Lacasa, gestor de carteras de Morgan Stanley. 'No obstante, estimamos que la OPEP no debería encontrarse excesivamente cómoda con precios muy superiores a los 30 dólares por barril'.

Los gestores, en todo caso, son exhaustivos a la hora de elegir a las compañías que integrarán sus carteras. En primer lugar porque no es lo mismo invertir en aquellas que se dedican en mayor medida a la exploración y extracción que las que tienen más peso en química. A estas últimas la subida del precio les perjudica.

'Mientras las grandes compañías petroleras integradas luchan por mantener la producción, nosotros estamos concentrados en compañías de exploración y producción con unas reservas, un crecimiento de la producción y unas valoraciones atractivas', sostenían los gestores de Merrill Lynch en su informe mensual correspondiente a diciembre de 2003.

En enero de 2004, Royal Dutch Shell anunció que sus reservas de crudo eran un 20% menores a lo que habían estimado en principio, lo que provocó una caída en picado de la acción. Esta misma semana, Philip Watts, presidente de la firma, dimitía ante la presión de los accionistas. æpermil;sa ha sido una de las causas que ha provocado que ING redujera en febrero su exposición al sector, por el que había apostado con fuerza en los últimos meses. 'Además, no era mal momento para recoger beneficios', añade Esteruelas.

Las valoraciones del sector, según los analistas, siguen siendo atractivas, aunque no lo son tanto las estimaciones de crecimiento de beneficios. 'Pensamos que debería producirse una revisión al alza de las estimaciones de consenso en los precios del petróleo 26,6 dólares para 2004 que tendría a su vez un impacto positivo en las previsiones de beneficios de las compañías', afirma Lacasa.

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