Bruselas exige que se restrinja todo lo posible el reparto de emisiones
Bruselas previno ayer a todos los países de la Unión Europea contra la tentación de conceder una ingente cantidad de derechos de emisiones a sus empresas para paliar así el impacto económico del Protocolo de Kioto. 'Si el reparto no apunta a conseguir el objetivo acordado de reducir un 8% las emisiones entre 2008 y 2012, la Comisión Europea tendrá muchas dificultades en aprobar los planes nacionales', indicó ayer en una rueda de prensa un portavoz del departamento comunitario de Medio Ambiente.
Las mismas fuentes recordaron que 'el veredicto sobre los planes nacionales de emisiones es potestad exclusiva de la Comisión'.
Todos los Gobiernos, incluido el español, ultiman estos días el reparto gratuito de derechos de emisión entre el sector eléctrico y las industrias que necesitan un consumo intensivo de energía (siderurgia, papeleras, cementeras, azulejeras, etc.). Estos planes deben remitirse a Bruselas antes del 31 de marzo. La CE dispondrá entonces de tres meses para autorizarlo o exigir su enmienda parcial o total.
Las empresas que entre 2005 y 2007 reduzcan sus emisiones por debajo del nivel autorizado en el plan nacional podrán vender sus derechos sobrantes. Aquellas cuyas emisiones excedan el máximo asignado por el Gobierno deberán adquirir en el mercado los derechos necesarios, a un precio que puede oscilar entre 5 y 35 euros por tonelada de CO2. Bruselas calcula que este comercio rebajará a la mitad la factura de Kioto, hasta unos 6.800 millones de euros anuales.
Pero la CE advierte que si los Gobiernos regalan ahora demasiados derechos de emisiones a los sectores que pueden participar en el mercado, el recorte se traslada a actividades como el transporte donde es mucho más costoso llevarlo a cabo.