Las empresas del genoma siguen viviendo de expectativas
Las compañías genómicas serán las multinacionales del siglo XXI. Pero ahora mismo la mayoría sólo aspira a lograr acuerdos con farmacéuticas y salir de pérdidas
Las burbujas, como las cucarachas, nacen, viven, se reproducen y mueren. La burbuja biotecnológica no es una excepción. Nació en el año 2000 coincidiendo en el parto con la tecnológica. El desciframiento, ese año, del 97% del genoma humano, tiñó de color oro las compañías cuyo negocio estaba relacionado, de alguna manera, con el tratamiento de los genes.
Al igual que internet, la genómica iba a cambiar la vida de los seres humanos: la alargaría y la libraría de enfermedades. Pero no tuvo que pasar ni un año para que se desinflaran esas perspectivas y se pasara directamente a hablar de la muerte de la biotecnología -rama en la que se incluiría la genética-.
En el año 2000 cerca de 40 compañías biotecnológicas salieron a Bolsa en Europa. Entre 2001 y 2002 no fueron ni 10 las OPV biotecnológicas europeas. Las firmas del capital riesgo levantaron fondos en Estados Unidos para financiar empresas de este sector por valor en el año 2000 de 9.715 millones de dólares. Un año después no consiguieron levantar más de 4.000 millones.
¿Cuáles son ahora las perspectivas de la industria del genoma?, ¿qué ha pasado con las empresas de genética fueron impulsadas por la burbuja?. Y otra pregunta, ¿invierto o no en estas compañías?
Juan Enríquez, mejicano de 44 años, ex director del Harvard Business School's Life Project, autor de varios libros sobre el impacto económico y social de la biotecnología y presidente de Biotecheconomy, empresa que invierte en firmas relacionadas con la genómica, podría responder a algunas de estas cuestiones. Desde una habitación en un hotel de Boston (EE UU), contesta por teléfono: 'De la genómica saldrán las más grandes multinacionales del mundo', afirma. Pero 'la mayoría de las empresas del sector que ahora conocemos desaparecerán o se fusionarán'.
Enríquez compara el desarrollo que le espera a esta industria con la evolución de la automovilística. El sector del automóvil nació a finales del siglo XIX de una patente sobre un motor que derivó 'en cientos de empresas creadas en EE UU entre 1904 y 1908. En 1927 sólo quedaban 44 y en 1939 General Motors tenía el 49% del mercado'. Cosas que dicen los gurús.
Pero, ¿invertimos o no en este sector? 'No recomiendo meter los ahorros de la abuela', dice Enríquez. Ahora, si alguien quiere conocer cómo va a cambiar el mundo en el que vivimos, 'que invierta un poco, a ser posible en dos compañías sabiendo que puedes perderlo todo' añade Enríquez, que el próximo día 11 inicia un viaje patrocinado por el científico Craig Venter por el Pacífico en busca de organismos no conocidos.
Las burbujas también se reproducen. La biotecnológica lo hizo dando lugar a la creación de cientos de compañías en todo el mundo. Ahora algunas sobreviven gracias a los servicios que prestan a la poderosa industria farmacéutica. Y este es el punto en el que, empresarialmente se encuentra hoy el sector. Las compañías farmacéuticas, fundamentalmente, subcontratan servicios a las empresas del genoma. Otros sectores -industria alimentaria, textil, petrolera- también están llevando a cabo esta política de inversión.
Hay que advertir, no obstante, que al igual que la burbuja tecnológica no descubrió internet, la burbuja genómica no fue responsable de la creación de esta industria. Pero sí de su popularización en todo el mundo.
La colaboración entre multinacionales farmacéuticas y empresas más pequeñas genómicas ya está dando frutos: la semana pasada la FDA aprobó la comercialización del medicamento Avastin, para el tratamiento del cáncer de colon extendido a otras partes del cuerpo, creado por Genentech, empresa que usa la información genética humana para la elaboración de nuevas drogas. La farmacéutica suiza Roche, la mayor fabricante de medicamentos contra el cáncer, ha ido adquiriendo capital de Genentech hasta hacerse con el 58,1 % de la estadounidense.
Merece la pena detenerse en el caso de Genentech. Fue creada en 1976, en San Francisco, y con ayuda del capital riesgo salió a Bolsa en 1980. Hoy es una de las primeras compañías biotecnológicas del mundo. Es un referente para todas las empresas genómicas y nos recuerda que antes de la burbuja ya existían empresas interesadas en este sector. Junto con la también estadounidense Amgen representa la posibilidad de éxito en este negocio. La facturación de ambas compañías sumó 11.656 millones de dólares en 2003.
Si Juan Enríquez comparaba la industria genómica con la automovilística, Íñigo Zurita, director de inversiones de la firma española Nmás1, lo hace con la informática. Zurita, que fue secretario general del grupo Zeltia -entre cuyas empresas se encuentra Genómica, que aplica las tecnologías de lectura de genes para realizar diagnósticos moleculares- considera que existen paralelismos entre los dos sectores.
Dice Zurita que si la industria informática derivó en multitud de compañías en las que unas se ocupaban del software, otras del hardware, otras del montaje... en la del genoma ocurrirá -ya está ocurriendo- lo mismo. 'Cada vez más las compañías subcontratan el apartado de investigación y desarrollo' señala. 'Habrá un proceso de desintegración; y hay oportunidades para pequeñas empresas que provean servicios a las farmacéuticas'.
Sobre el nacimiento y fallecimiento de la burbuja estima que hubo 'obviamente una sobrevaloración en 2000, pero también ha sido excesiva la rectificación'. Pero el directivo de Nmás1 establece una diferencia esencial que marca el desarrollo del sector del genoma: los costes de transacción.
La inversión requerida para crear una empresa de componentes de automóvil o de montaje de ordenadores no es tan elevada como la necesaria para fundar una compañía que trabaja con genes humanos. 'Aquí no se trata de introducir un chip en un ordenador. Los costes por patentar algo innovador, los costes laborales...' son en biotecnología mayores que en otros negocios.
No obstante, Zurita es de los que piensan que realmente esta actividad va a cambiar la vida de los seres humanos. 'Me cuesta mucho pensar que en 10, 15 o 20 años no vayamos a disponer de fármacos a medida; lo vamos a ver' asegura. Entonces, de nuevo, ¿invertimos o no en este sector?
'Tiene sentido invertir en genómica para un inversor estratégico, las farmacéuticas' opina Zurita. 'Y también para el capital riesgo. La Bolsa ahora está cerrada a empresas que venden pocos tipos de productos'. Y sobre todo, triunfarán los inversores que acierten en ese plazo de 10, 15 o 20 años.
Genómicas en el Nasdaq. Pocos sobresaltos pasado el año 2000
Celera La más conocida, la que más pierdeFundada en 1997 por la compañía Applera, Celera se convirtió, de la mano de Craig Venter, en la estrella de la biotecnología mundial. En febrero de 2001 presentó el mapa del genoma humano. A pesar de las expectativas, suma entre 1999 y 2002 cerca de 563 millones de dólares de pérdidas. En enero de 2002 su presidente, Craig Venter, abandonó la compañía en manos del presidente del grupo Applera, Tony White.Myriad genetics Contra la depresión de la mano de AbbotA principios del año pasado Myriad Genetics anunció el descubrimiento de un gen vinculado con la depresión (DEP1). Una empresa conjunta creada con Abbot trata de lograr un fármaco contra la depresión basado en estos conocimientos, pero pueden pasar tres años hasta las pruebas en humanos. Mientras llega la nueva droga, suma entre 2000 y el primer semestre de 2003 pérdidas de 54,76 millones de dólares.Curagen Bayer espera resultadosCuragen firmó en 2001 un acuerdo con la alemana Bayer, renegando de su objetivo de fabricar, sin ayuda, sus propios medicamentos. La alianza trata de aunar esfuerzos en la búsqueda de medicamentos contra la obesidad basados en información genética. La multinacional germana invirtió en la estadounidense 124 millones de dólares. Entre 1999 y 2002 la empresa pierde 186 millones de dólares.Nuvelo Digiriendo la fusión genéticaNuvelo es el resultado de la fusión, el año pasado, de las compañías Hyseq y Variagenics. Un año antes Hyseq había logrado un acuerdo de colaboración con Celera. La compañía resultante trata todavía de digerir la fusión y escapar de las pérdidas. En enero de 2004 anunció un acuerdo con Archemix para comercializar un fármaco anticoagulante. Su objetivo es lograr test genéticos que ayuden a tratar el cáncer.
España, entre la desmotivación política y las trabas burocráticas
'Si España quiere duplicar su economía, no creo que las constructoras o el turismo puedan lograrlo', apunta el mexicano Juan Enríquez. El conocimiento científico español, medido en la aparición de firmas nacionales en medios científicos internacionales de prestigio, supera al de naciones con mayor poder económico. Sin embargo, las inversiones privadas y públicas españolas en este campo son inferiores a las de países con un nivel económico similar, según datos aportados por la Fundación Genoma España. Además, las tesis del Gobierno, contrapuestas de las defendidas por el científico Bernat Soria y coincidentes la mayoría de las veces con las de la Conferencia Episcopal, desmotivan a la comunidad científica española. Por otro lado, existen proyectos públicos biotecnológicos estancados a la espera de que Comunidades Autónomas, Administración Central y otros organismos se pongan de acuerdo en la financiación. En España existen aproximadamente 300 empresas dedicadas de una forma u otra a la biotecnología; de las que sólo 71 se dedican a este campo en exclusiva; de las que muy pocas trabajan únicamente en el tratamiento de genes. La subvención pública de I+D+i e infraestructuras alcanzó en 2003 los 189 millones, mientras que la inversión privada en este campo fue de 241 millones. Buscar financiación privada en España para empresas del genoma consiste en... 'buscarse la vida', apuntan la mayoría de expertos consultados. Como está haciendo la firma Cross Road Biotech (CRB), fundada en 2000 por el biólogo Pablo Cabello. CRB se busca la vida así: sus responsables han invertido parte de su patrimonio -cerca de un millón de euros- en la búsqueda de equipos de científicos españoles, tanto de la esfera privada como pública, que están cerca de lograr una patente. Financian la creación de una empresa para ellos, con la esperanza de que en unos pocos años logren avances y sean atractivas para grandes compañías. Han invertido en NeoCodex, OWL Genomics y Lactest. En cuanto a la inversión del capital riesgo, la gran esperanza financiera del sector, no despega. Su inversión media en biotecnología en 2002 fue de 13 millones en Europa, 17 en EE UU, 15 en el mundo y... 1,27 millones en España.
Las cifras
65,3% se ha revalorizado en el último año el índice Nasdaq de biotecnología. Pero la cotización de la mayoría de las empresas que trabajan exclusivamente con el genoma se mantiene sin cambios.9.715 millones de dólares levantó el capital riesgo en fondos para invertir en biotecnología en el año 2000 en Estados Unidos. Un año después los fondos captados eran poco más de 4.000 millones.11.656 millones de dólares suma la facturación conjunta de las principales biotecnológicas del mundo, Amgen y Genentech. Sólo a efectos comparativos la primera empresa informática mundial, Microsoft facturó en su último ejercicio fiscal más de 32.000 millones.las cifras