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Louis Vuitton inaugura su mayor tienda en Nueva York

El imperio de cuatro pisos de Louis Vuitton en la Quinta Avenida de Nueva York es un recordatorio de la estrategia que el grupo LVMH, el mayor conglomerado de artículos de lujo del mundo, utiliza para expandir el negocio de un fabricante de maletas fundado hace 150 años y convertirlo en una marca promovida por la cantante Jennifer López. Louis Vuitton ayudó a LVMH a superar la crisis en el sector del lujo el año pasado y gracias, en parte, al éxito de los bolsos con el logo LV en rosa, verde y azul, diseñados por el artista pop japonés Takashi Murakami, la filial ha llegado a reportar el 40% de los ingresos del grupo, según Yves Carcelle, director de la filial de moda y piel.

La tienda de Nueva York, que se inaugura hoy, es la muestra más reciente de LVMH para impulsar su marca más rentable. 1.200 metros cuadrados de negocio que se convertirán en la tienda más grande de la compañía hasta que se remodele la de la avenida de los Campos Elíseos de París el próximo año. Es la tienda número 318 de Vuitton, y aunque la firma no ha desvelado el coste de la compra del edificio completo, los especialistas valoran la operación en 160 millones de euros.

Las ventas de Vuitton son el principal impulso del grupo. El año pasado los ingresos de la filial se incrementaron un 10%, en comparación con la evolución del 6% para toda la compañía. Pero algunos expertos aseguran que, precisamente, la dependencia de Vuitton constituye el principal riesgo para los beneficios del grupo. El presidente de LVMH, Bernard Arnault, asegura que no le preocupa la caída en la demanda tras la crisis que sufrió el sector a principios de 2003 -la mayor en 10 años-. El temor al síndrome respiratorio agudo y grave y la guerra en Irak deprimieron las ventas e incluso llevaron a su competidor, el grupo Gucci, a obtener los menores ingresos trimestrales desde 1995. 'Me he hecho la misma pregunta en los últimos 15 años'', dijo Arnault en la inauguración de la nueva tienda. 'Pero cuando compré Louis Vuitton la gente también me preguntaba por qué la compraba cuando ya estaba expandida en su totalidad''.

La marca aporta un 40% de los ingresos del imperio de Bernard Arnault, uno de los hombres más ricos de Francia

Para LVMH lo principal es la capacidad de la dirección para encontrar el equilibrio entre una marca joven y el peso de una tradición que conserve sus raíces. Los analistas aseguran que el riesgo es que los consumidores se cansen o que haya un cambio generacional. Hay quien opina que en el mundo de la moda uno puede despertarse un día y encontrarse que su marca se ha convertido en algo que se usaba pero que ya no interesa a nadie.

La colección más reciente de Louis Vuitton, que ya está llegando a las tiendas y lucirá en los escaparates del nuevo local, incluye bolsos de mano a cuadros en colores azul turquesa y vino con enganches dorados que recuerdan el origen decimonónico de la marca. 'Louis Vuitton ha desarrollado una estrategia de marketing, a diferencia de algunos de sus rivales más conservadores'', cree Beryl Bouvier Di Nota, gestora de artículos de lujo de SG Asset Management.

En el pasado, marcas como Gucci, Yves Saint Laurent y Burberry se vieron afectadas por la pérdida de popularidad de sus productos. Los mocasines y los bolsos con asas de bambú de Gucci, de moda a principios de los ochenta, pasaron al olvido a finales del decenio y la marca perdió rentabilidad hasta la llegada del diseñador Tom Ford y el máximo responsable Domenico De Sole hace 10 años. Los gabardinas escocesas beige de Burberry son otro ejemplo de artículos que perdió atractivo de un día para otro. 'Marketing no significa la destrucción de la marca. Louis Vuitton tiene tantos puntos a su favor por el elevado precio y se mantiene como una marca exclusiva'', dice Bouvier. Cuando Louis Vuitton inició su aventura en 1898, sus productos costaban entre 24 y 75 euros. Ahora un bolso de cocodrilo asciende a 13.700 euros.

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