Las preferencias vuelven a ser las de hace 10 años
La reacción conservadora de los partícipes de fondos tras la caída de las Bolsas encontró inicialmente refugio en los Fiamm y los fondos garantizados. Ahora que la situación de los tipos de interés da poco margen para conseguir fórmulas atractivas con los garantizados se impone la gestión por VAR.
Los años de la crisis de las Bolsas hicieron a la mayoría de los inversores muy aversos al riesgo. No es que en España la cosa hubiera sido nunca de otra forma. A principios de los noventa, la inversión en fondos en cada uno de los países europeos parecía tener que ver con los caracteres nacionales: los británicos, en fondos de renta variable; los alemanes, en fondos de renta fija, y los franceses y los españoles, en fondos monetarios.
La situación pareció cambiar en los años de la burbuja, pero diez años más tarde vuelve a ser muy parecida, y si lo que era entonces la parte fundamental del patrimonio estaba en fondos monetarios y de renta fija a corto plazo, ahora son los mismos fondos monetarios y de renta fija a corto plazo, además de los garantizados, los que concentran la parte fundamental de las suscripciones.
Las principales redes de distribución de fondos en España lo han comprendido y, en las condiciones actuales de los mercados, están abriendo nuevas vías a la canalización de ese conservadurismo, que parece bastante difícil de cambiar.
Así el banco SCH inició el año pasado la comercialización de una nueva línea de productos que acoge bajo la denominación genérica de VAR, un acrónimo que surge de la expresión anglosajona value at risk o valor en riesgo. La principal característica de los fondos VAR es que limitan el riesgo de pérdida hasta un cierto nivel establecido de antemano. Durante 2003, SCH Gestión de Activos, distribuyó a través de la red del Santander y también de Banesto, varios productos de estas características que captaron en el año un patrimonio de más de 3.500 millones de euros.
La innovación en 2004 consiste en combinar la tradición del garantizado con la de estos productos VAR más novedosos, consiguiendo así un híbrido que está siendo comercializado con el nombre de Fondo Supergestión. Su característica más destacada es que en este caso la gestión de la cartera es extremadamente libre, dentro del margen de maniobra que da la restricción de tener que mantener siempre un nivel de volatilidad (es decir, de riesgo, medido por la desviación típica) que impida que se supere el VAR comprometido para el plazo que el cliente ha contratado.
La clave de la gestión de este tipo de productos es que, sea cual sea la composición de su cartera, la referencia con la que se tiene que estar midiendo siempre la rentabilidad es con la de un bono que tenga el mismo plazo que la garantía. De modo que las pérdidas, de producirse en algún momento, nunca podrán superar una determinada cantidad que no se pueda recuperar por el puro corrimiento del cupón de un bono.
Análisis ¿Qué es el valor en riesgo en una inversión?
¦bull; Valor en riesgo. El VAR, value at risk o valor en riesgo, se podría definir como una estimación del grado de pérdidas que puede soportar una cartera con una cierta probabilidad (que necesariamente ha de ser baja).¦bull; Objetivo. Su principal objetivo es el resumir en un solo número, que pueda calcularse con facilidad, toda la información del riesgo de una cartera. Ese número se expresa como un múltiplo de la desviación típica de las rentabilidades de la cartera.¦bull; Especialización. Tiene el objetivo de que la dirección de las empresas que no está especializada en temas de riesgo pueda hacerse una idea de en cuáles está incurriendo: los directivos suelen pensar en términos de pérdidas y ganancias y no de volatilidades.