Los bonos basura, la estrella del pasado ejercicio
'¡Menudo año de subidas ha sido 2003 para el mercado de high yield!' Así comienza el informe del 31 de diciembre del fondo de bonos de alta rentabilidad de SG Asset Management. No es para menos. En el universo de la renta fija -y no solamente- estos bonos, conocidos también como bonos basura, han cosechado las mayores ganancias; cerca de un 28% en el ejercicio.
Los bonos de alta rentabilidad son aquellos que emiten empresas de dudosa solvencia. Para atraer a los inversores deben ofrecer un rendimiento muy superior al de los bonos estatales y los que emiten empresas sólidas. Eso sí, se les llama bonos basura porque la inversión en estos activos es muy arriesgada y los impagos son habituales.
Pero el pasado ejercicio fue sin duda espectacular para este tipo de activos. '2003 ha sido el mejor año desde los setenta en lo que respecta a los bonos high yield', sostiene Marc Pearce, analista de fondos de renta fija de Fidelity Investments. 'No extraña que el repunte de sus rendimientos haya despertado el interés por una clase de activos que, históricamente, ha ofrecido rentabilidades superiores al reactivarse las economías mundiales', añade.
Los bonos de alta rentabilidad se están beneficiando de los indicios de recuperación económica y de los beneficios empresariales en todos los mercados. Asimismo, está ayudando a su comportamiento el descenso de la tasa de impagos. Todo ello ha generado una fuerte demanda hacia este tipo de activos, provocando un fuerte incremento de los precios y, en consecuencia, un descenso de los diferenciales con respecto a la deuda pública.
A pesar de tratarse de activos de renta fija, su comportamiento va muy parejo al de las Bolsas, precisamente porque las mejoras de resultados empresariales son sinónimo de mayores flujos de caja, un indicador indispensable a la hora de valorar si el emisor de un bono será capaz de hacer frente a los pagos.
El enorme riesgo que acompaña a estos productos exige un exhaustivo análisis y una selección de activos a conciencia. Por esa razón, los analistas y gestores recomiendan acercarse a este mercado a través de fondos de inversión, muy diversificados y gestionados por especialistas. Al fin y al cabo, se trata de no apostarlo todo a una sola carta, sino de invertir en un número muy elevado de emisiones, de diferentes regiones y sectores, de manera que si se produce el impago de un emisor, la cartera no se vea muy afectada. 'En nuestra selección de fondos high yield lo que buscamos fundamentalmente son productos poco indexados que tengan una estricta política de control de riesgos', afirma María Folqué, directora de asesoramiento de Tressis. 'No hay que olvidar que estos bonos pueden llegar a registrar fuertes caídas y eso es lo que pretendemos evitar con nuestra selección de productos'.
Las fuertes ganancias cosechadas por los high yields generan dudas sobre su potencial en los próximos meses. Aunque los analistas no esperan un comportamiento tan bueno como el de 2003, sí creen que la volatilidad se reducirá y que no se ensancharán los diferenciales de tipos. 'Creemos que la combinación de ataques terroristas y de escándalos contables no se volverá a repetir, lo que significa que los high yields tienen todavía mayor potencial al alza', sostienen en Pareto, gestora de Mellon Global Investments.