Pacto alemán obligado
Gerhard Schröder ha terminado haciendo de la necesidad virtud: ha pactado la reforma fiscal con la derecha de Angela Merkel, condición imprescindible para aprobarla, y ha enviado un mensaje de compromiso político para generar confianza y crecimiento en Alemania, tras dos años largos de estancamiento. El compromiso logrado por el canciller alemán es menos liberal en materia fiscal, para evitar por exigencia de la CDU un recurso excesivo al endeudamiento, pero más liberal en los cambios de la legislación laboral, con más presión a los parados con prestación y menos protección en caso de despido en las pequeñas empresas. El pacto contiene otros pequeños ajustes fiscales, como menos remuneración por desplazamiento laboral o recortes de ayudas a la construcción de la vivienda. Por su naturaleza consensuada, un gran logro político en estos días, este acuerdo puede aportar el impulso de confianza que precisan los agentes privados alemanes, tanto empresarios como particulares, para recuperar el crecimiento que saque al país del semiletargo en el que se encuentra desde hace años. Será un paso que impulsará a toda la UE.