La tecnología, nueva arma de protesta contra Bush
La llegada del presidente estadounidense George W. Bush a Gran Bretaña ha revolucionado los sistemas de comunicación. Internet y los teléfonos móviles se han convertido en la clave de las protestas promovidas por los grupos antiglobalización, que quieren aprovechar la estancia de Bush en Londres para expresar su total desacuerdo con la guerra contra Irak. Los artefactos electrónicos de mano con acceso a Internet están siendo utilizados para movilizar de forma rápida y secreta a los manifestantes. Y la campaña se denomina Chasing Bush (Persiguiendo a Bush). Por ello la Policía británica ha puesto en alerta a sus expertos en la Red, integrados en una fuerza especial que analiza diariamente la tecnología usada para planificar las manifestaciones en masa.
Hasta el momento, las fuerzas de seguridad rastrean las ondas y los contenidos de los sitios web, así como diversos anuncios para desvelar los planes de los convocantes. Los expertos cifran en 60.000 el número de personas que han sido llamadas a boicotear la estancia del mandatario norteamericano, cuya máxima expresión tendrá lugar mañana en Londres con una gran marcha.
La reunión que la Organización Mundial del Comercio celebró en Seattle en 1999 marcó el inicio de una nueva era a la hora de poner en marcha a los grupos de protesta. Según un experto en seguridad asesor de las unidades policiales, 'lo que ahora tenemos es el equivalente a soldados. Eso es lo que la tecnología permite crear', informa Reuters. Varias organizaciones antibelicistas, entre las que figura Stop The War (Paremos la guerra), han hecho ya públicos sus planes, lo que ha provocado que su página www.stopthewar.org.uk registrara el pasado lunes hasta 23.000 impactos, todo un récord, según reconoció John Rees, uno de sus cofundadores. 'Con la nueva tecnología', destaca, 'nos hemos movido con los tiempos y no necesariamente por delante de ellos'. El grupo ha llegado a miles de personas con textos enviados por correo electrónico, vía teléfono móvil.
No obstante, la principal preocupación son las organizaciones que operan de forma clandestina, ya que algunas utilizan sofisticadas técnicas de comunicación, al estilo militar, y logran disfrazar el contenido de los correos electrónicos, así como de los anuncios en las páginas de Internet.
La policía ha centrado su vigilancia en los artefactos electrónicos de mano, en los móviles y en todos aquellos aparatos capaces de enviar y de recibir mensajes detallando los lugares de encuentro, mapas e instrucciones de última hora. Incluso existe una melodía telefónica anti-Bush para hacer sonar al unísono.
Paralelamente, el amplio uso de los teléfonos con capacidad para transmitir imágenes mantiene en vilo a las fuerzas de seguridad, ya que pueden ser usados para tomar imágenes de la policía.
'Algunos son como la contrainteligencia. Un teléfono móvil equipado con una cámara puede ser el inicio de una base de datos sobre la policía', aseguran los técnicos. De momento, la operación de seguridad sacará a la calle a 14.000 agentes durante los tres días que dura la visita.
Una unidad especial de la policía británica rastrea las ondas para descifrar los planes que los convocantes hacen llegar vía teléfono e Internet