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Bondalti trata de blindar el éxito de su opa sobre Ercros con una rebaja del umbral de aceptación

La oferta triunfará si el grupo portugués obtiene al menos el 50% del capital

Bondalti afina su opa sobre Ercros para tratar de asegurar su triunfo. El grupo portugués ha rebajado el umbral mínimo de aceptación de su oferta a 3,505 euros por acción y lo sitúa ahora en el 50%, frente al 75% anterior, según ha explicado el comprador a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Un grupo de minoritarios que reunían el 27% del capital se opuso en julio del año pasado tanto a esta opa como a otra competidora que se ha desvanecido.

La oferta lanzada el año pasado por la compañía química lusa para controlar Ercros a 3,505 euros por acción –con una valoración para el 100% de 320 millones– evoluciona, de manera tal que las posibilidad de que surta efecto aumenta. Los 18.000 accionistas de la empresa española cuentan con un nuevo elemento de juicio a la hora de decidir si acuden o no a la opa: les comprarán los títulos si acuden dueños de la mitad del capital. Esta era una carta que se guardaba Bondalti, como publicó CincoDías el pasado 5 de noviembre. El objetivo final de la firma lusa es integrar Ercros y excluir de Bolsa a la empresa española.

Ahora falta el último paso: que la CNMV dé su visto bueno al folleto. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) aprobó a finales de octubre la operación con una serie de condicionantes que Bondalti ha aceptado, después el ministerio de Economía decidió no elevar la operación al Consejo de Ministros. El supervisor que preside Carlos San Basilio debe ahora tomar el relevo en las autorizaciones.

El grupo portugués tiene atados ya unos 400 millones de euros de financiación a través de un sindicato de bancos en el que participan el Santander, el BBVA y CaixaBank a través de su filial lusa BPI, según fuentes financieras. También están presentes las entidades portuguesas Novo Banco y Caixa Geral de Depósitos (CGD). De ese dinero, empleará 320 millones en la opa y el restante, en financiación para la propia Bondalti, según las fuentes financieras consultadas. Ercros reacciona al último movimiento de Bondalti con una ligera alza, que sitúa la acción en 3,33 euros y deja la prima respecto al precio ofrecido en poco más del 5%.

El grupo de accionistas díscolos con el 27% de Ercros que se opuso a esta oferta y a la de la italiana Essecco estaba capitaneado por Joan Casas Galofré, que tiene un puesto en el consejo de administración de Ercros, gracias a que controla el 6% de las acciones. Si bien estos accionistas no han vuelto a manifestarse ni ha habido conversaciones con ellos, según fuentes conocedoras de la situación. El supervisor, en todo caso, aún tiene que aprobar el folleto de la operación.

El balance de Bondalti, que forma parte del conglomerado familiar Grupo José de Mello, revela además una confortable situación de endeudamiento, con una ratio de deuda frente al ebitda de 0,7 veces al cierre del año pasado. José de Mello es una de las mayores empresas familiares de Portugal con una facturación que superó los 1.400 millones de euros el año pasado y con un beneficio atribuible de 81 millones. La compañía desembarcó en España hace 20 años y cuenta con dos fábricas productivas, una en Torrelavega (Cantabria) y otra en Alfaro (La Rioja), así como un centro logístico en Vigo. Además, tiene cuatro oficinas (Barcelona, Madrid, Pontevedra y Logroño) y da empleo a unos 200 trabajadores en el país.

Ercros, asesorada en la opa en el área financiera por Evercore y en la legal por Uría Menéndez, anunció unas pérdidas de 41 millones de euros entre enero y septiembre, cifra que quintuplica los números rojos que registró en el mismo periodo del año pasado. Añadió que prevé que el quebranto llegue a los 50 millones de euros al final del ejercicio, además de informar de que “continúa viéndose afectada por una demanda persistentemente débil, unos costes energéticos elevados y una intensa competencia procedente de países extracomunitarios”.

La italiana Essecco se retiró el pasado agosto de la carrera por hacerse con el control de la química especializada en cloro que preside Antonio Zabalza. El holding familiar transalpino argumentó que desistía debido a las condiciones que le impuso la CNMC, que lo obligaba a romper contratos clave con el grupo coreano UNID. El precio de su opa, presentada cuatro meses después, era más atractivo para el accionista al valorar Ercros en unos 350 millones a razón de 3,84 euros por acción.

También tiene condiciones el comprador que queda encima del tapete, pero aquí el organismo que preside Cani Fernández ha hecho suyas las propuestas que le han planteado. “La CNMC considera que los compromisos que ha presentado Bondalti durante la segunda fase de la investigación son adecuados, suficientes y proporcionados para solucionar los problemas de competencia”, señala Competencia.

Las exigencias incluyen el suministro de hipoclorito a terceros fabricantes al precio de coste por un máximo de 85.000 toneladas anuales en una oferta marco para todos los compradores y que deberá ser aprobada por Competencia. Si no se hubieran tomado las medidas, la CNMC asegura que la dupla Bondalti-Ercros podría realizar subidas unilaterales de precios de hipoclorito sódico con escaso poder de negociación de la demanda.

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