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Ahorro familiar

El BCE alerta sobre la deuda de las familias y empresas españolas

La máxima autoridad monetaria de la zona euro, el Banco Central Europeo (BCE), que dirige el francés Jean-Claude Trichet, dio ayer la voz de alarma respecto a los riesgos que suponen los actuales niveles de endeudamiento de los hogares y las empresas de la zona euro.

Los primeros corren el riesgo de que su nivel de deuda no se vea respaldado por el valor de sus activos, en el caso 'habitual' de que se produzca una corrección a la baja del precio de sus viviendas.

Por su parte, el elevado endeudamiento de las empresas las hace 'vulnerables', según el BCE, ante fuertes subidas de tipos de interés -especialmente en los casos en que un alto porcentaje de la deuda se financiaba a plazos cortos o a tipos de interés variables-, así como ante variaciones de las rentas y también de los precios de los activos.

El BCE pone el ejemplo de las empresas del sector de las telecomunicaciones, que habían elevado su endeudamiento en la segunda mitad de los noventa y que han tenido que recortar plantillas y reducir costes para tratar de disminuir su grado de apalancamiento.

Luxemburgo, Holanda, Alemania, España y Portugal son, por este orden, lo cuatro países de la zona euro que superan la media de endeudamiento de los hogares de la zona euro, cuyo ratio asciende al 51% del producto interior bruto (PIB) para el conjunto del área.

Analizando el endeudamiento familiar, el BCE observa que los préstamos para la adquisición de vivienda representan el canal más importante de financiación de los hogares. A finales de junio de 2003, su saldo vivo se situaba en torno al 66% del total de préstamos concedidos a los hogares.

Además, un examen del periodo posterior a 1999 revela que los préstamos para adquisición de vivienda en la zona euro han crecido a mayores tasas que el resto de los préstamos, a tasas interanuales de entre el 7% y el 8%; impulsados por la rebaja del precio del dinero.

Esta vigorosa demanda también ha dado lugar en algunos países, como España, a fuertes subidas del precio de la vivienda, las cuales, a su vez, han repercutido de manera adicional en el sustancial aumento del volumen de préstamos para la vivienda. Es la pescadilla que se muerde la cola.

Pese a este aumento, los pagos por intereses realizados por los hogares en relación con su renta disponible se han contenido debido a la caída del coste de financiación. Es más, los aumentos de los ratios de endeudamiento de las familias en relación con el PIB se han visto acompañados en la mayoría de los casos de un incremento del valor de los activos de los hogares, por la notable subida de los precios de los inmuebles.

Esto no está exento de riesgos para el BCE que explica que 'la experiencia demuestra que es habitual que periodos de fuertes crecimientos de los precios de la vivienda vengan seguidos de una fase de corrección'. En este caso, los hogares se encontrarían con un volumen de deuda que ya no estaría totalmente respaldado por sus activos.

El BCE recuerda que las autoridades de algunos países han expresado su preocupación sobre el riesgo de que explote la burbuja inmobiliaria. Es el caso del Gobierno español y del Banco de España, que han hecho esta advertencia en varias ocasiones.

Crédito a vivienda

Los préstamos para la compra de vivienda representan el 66% de los otorgados a las familias de la zona euro. Los créditos al consumo representan sólo el 15%, y otro tipo de préstamos para consolidar deudas, con fines educativos o a pymes suponen el 19%.

El largo plazo es el rey de la financiación

Ni las familias ni las empresas pueden permitirse habitualmente recurrir a la financiación a corto plazo. En el caso de los hogares de la zona euro, más del 90% de la financiación se realiza mediante préstamos a largo plazo, de manera que la deuda a corto plazo (con un plazo de emisión de hasta un año) representa menos del 10%. Lo mismo ocurre, aunque en un grado algo inferior, con las empresas. Según el BCE, las sociedades no financieras -que usan en un 80% los préstamos como su canal de endeudamiento más importante- eligen la estructura del largo plazo. Así, en el primer trimestre de 2003, el 70% del total de su deuda era a largo plazo y el 30% restante, a corto. Se trata de un nivel parecido al de 1997, tras haber alcanzado un máximo cercano al 34% a finales de 2000.

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