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Fusiones

La banca reinicia el baile de fusiones

Esto es como el autobús. Te pasas un montón de tiempo esperando y cuando finalmente llega, vienen dos seguidos'. Es la imagen que utiliza un analista para explicar las previsibles consecuencias de la compra del Fleetboston por parte de Bank of America, que ha dado origen a la tercera entidad financiera del mundo, por detrás de Citigroup y el japonés Mizuho.

La banca estadounidense reanuda así el movimiento de grandes fusiones o adquisiciones que tuvo su apogeo en 1998. Por entonces, los principales grupos estadounidenses participaron en 10 grandes operaciones, por un valor total de 155.000 millones de dólares.

Citigroup anunció hace pocos meses que está en busca de oportunidades de compra de banca comercial, JP Morgan Chase estudia una adquisición que amplíe la división de su banca de consumo y los directivos de Wells Fargo reconocen estar a la caza para crecer por la vía más rápida: comprando otros bancos.

El problema es que nadie quiere ir a un país donde no pueda actuar en igualdad de condiciones

La mejoría experimentada en los resultados y la recuperación de la confianza económica juegan a su favor y muchos analistas están convencidos de que en poco tiempo veremos otras operaciones.

Pero, ¿también en Europa? Un informe de Merrill Lynch mantiene que sí y lo argumenta en la experiencia. 'La historia nos dice que unas fusiones traen otras; es el denominado efecto dominó', y explica que 'los responsables de los grupos financieros están siempre muy atentos al efecto de las estrategias de sus competidores en la posición de sus propios bancos'. Así que 'aunque una megafusión como ésta tiene un pequeño impacto en la mayoría de los bancos europeos per se, es indudable que mete presión a los ejecutivos europeos'.

Los banqueros europeos vienen anunciando el inicio del proceso de fusiones transfronterizas desde hace mucho tiempo, pero lo cierto es que el baile tarda más de lo previsto en dar comienzo.

'El problema es que los distintos Gobiernos nacionales no han visto con simpatía estos movimientos'. 'Nadie quiere ir a un país donde el regulador podría no tratarte en igualdad de condiciones', explica León Benelbas, presidente de Atlas Capital.

Santiago Díez, socio del despacho Albiñana y Suárez de Lezo, descarta que haya problemas fiscales y legales que dificulten las fusiones. 'Si acaso algún obstáculo con los trámites mercantiles, pero el problema es de fondo; lo que existen son aranceles de entrada'.

Con el fin de eliminar esas reticencias y susceptibilidades nacionales, los principales bancos y compañías de seguros en Europa refuerzan la presión para que se avance hacia unas reglas de juego más claras e iguales para todos, lo que tendrá beneficios macroeconómicos. La Mesa Redonda de Servicios Financieros Europeos (EFR en sus siglas en inglés) afirma en un informe publicado recientemente que 'la falta de armonización en la supervisión y regulación es uno de los mayores obstáculos para movimientos transfronterizos y el desarrollo de servicios financieros' y pide un 'fuerte compromiso político para armonizar el marco teórico de regulación y supervisión y su aplicación práctica'. Este lobby, de reciente creación, agrupa a 17 presidentes y consejeros delegados de los principales grupos financieros, entre ellos el presidente del BBVA, Francisco González.

Como en EE UU, los signos crecientes de mejora económica y de que la situación del sector bancario se estabiliza, después de haber pasado dos de los peores años de la historia, podría animar el nuevo ambiente de integración.

El consejero delegado del Commerzbank, Klaus-Peter Müller, apostaba en las últimas semanas por movimientos en el sector e incluso ponía fecha: 'Empezarán como muy tarde en la segunda mitad de 2004'. El consejero delegado de Credit Suisse, Owwald Gruebel, se refirió recientemente al interés de su entidad por realizar compras 'sustanciales' en Alemania en los próximos tres años. El consejero delegado de Barclays, Matthew Barrett, está dispuesto a encabezar 'la ola de fusiones' en Europa y es de sobra conocido el interés de los dos grupos españoles, BBVA y SCH, por ser protagonistas.

BBVA y SCH, futuros protagonistas

Los bancos españoles, británicos, franceses y suizos son, a juicio de los analistas, los que tienen más capacidad y disposición para iniciar el proceso de operaciones transfronterizas en Europa. Los italianos y alemanes, los principales blancos de adquisición. Mientras los primeros han llegado ya a su tope doméstico, italianos y alemanes siguen sin dar por concluida su consolidación interna.En Alemania, el complejo entramado de intereses entre compañías aseguradoras y bancos podría facilitar el inicio de movimientos si las grandes aseguradoras deciden desprenderse de sus participaciones bancarias para paliar las fuertes pérdidas sufridas en el valor de sus carteras de renta variable. Merrill Lynch cita concretamente a Commerzbank, Hypovereinsbank y los grupos italianos como posibles objetivos de compra.En fechas recientes, la única operación con carácter transfronterizo ha sido la protagonizada por Barclays al adquirir el español Banco Zaragozano. Aunque constituye casi una anécdota en comparación con las dimensiones de operaciones como la de Bank of America, algunos analistas vieron en esta compra una forma de romper el hielo.Para el BBVA y el SCH fue motivo de satisfacción, pero al mismo tiempo argumento de queja ante la falta de reciprocidad en la apertura de los mercados. Y es que tanto el BBVA como el SCH han sufrido en carne propia las resistencias nacionalistas en sus aventuras internacionales. Antes del verano, Francisco González señalaba ya que su grupo 'está de compras' y auguraba que el proceso de concentración bancaria 'va a resurgir con fuerza en Europa'. Menos previsible, el grupo presidido por Emilio Botín fiaba posibles operaciones a más largo plazo, pero ningún experto descarta sorpresas.

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