México recibe como un gesto reformista el contrato de Repsol
El grupo Repsol YPF ha obtenido un contrato para el desarrollo y explotación del bloque Reynosa-Monterrey, en la cuenca de Burgos, al Norte de México. El contrato le ha sido adjudicado en la primera licitación internacional convocada por la empresa nacional Pemex para participar en actividades de desarrollo y producción de campos de gas en el país.
Repsol tiene hasta el 14 de noviembre para responder. En México este contrato se ha interpretado como una señal al mercado después de tres años de parálisis gubernamental y sin reformas. Los observadores entienden que Pemex no tiene la tecnología ni la capacidad de explotar estos yacimientos, que están inactivos mientres los precios del gas se disparan.
Con todo, pese a ser una gran oportunidad para Repsol, los analistas entienden que el proyecto es arriesgado pues la oposición (el PDR y el PRI) podrían denunciarlo por inconstitucional.
El bloque Reynosa-Monterrey está situado en el noreste de México, en la frontera con EE UU. Tiene una superficie de 3.552 kilómetros cuadrados, con 16 campos de gas ya descubiertos y en explotación, cuya producción se prevé incrementar sustancialmente mediante inversiones adicionales.
Las inversiones totales previstas son de 2.437 millones de dólares en 20 años. Según Repsol, en el bloque mencionado, la inversión para los próximos tres años ascienden a 170 millones de dólares, siendo el presupuesto estimado para 2004 de unos 42 millones de dólares.
De acuerdo con el programa previsto, se espera multiplicar por cinco la producción actual de 400.000 metros cúbicos diarios, hasta alcanzar una producción de gas de unos dos millones de metros cúbicos diarios en el año 2007.
Con este contrato, Repsol YPF se convierte en la primera compañía extranjera que participar en el desarrollo y explotación de hidrocarburos en México, donde ya participa, a través de Gas Natural, en la distribución de gas en México D.F, con un millón de clientes, y en otras cinco ciudades.