Schröder pide a IG-Metall que no frene la reforma laboral en las empresas
El canciller alemán, Gerhard Schröder, emplazó ayer a los sindicatos a debatir sensatamente sobre las reformas sociales de su Gobierno, que calificó de necesarias para que Alemania no pierda el tren de la competitividad frente a Europa, Asia y América Latina. Por ello, les pidió que no bloqueen las reformas en las empresas.
'No tengo el valor de pediros vuestro apoyo, porque sé que no queréis dármelo, pero os pido que, al menos, analicéis bien las reformas', dijo Schröder ante los 600 delegados que acudieron al congreso del poderoso sindicato IG-Metall en Hannover. De nada le sirvió a Schröder encontrarse en su patria chica a la hora de enfrentarse a los sindicalistas, que acompañaron su intervención de silbidos y abucheos y, en el mejor de los casos, de un tímido aplauso que el canciller tomó con cierto humor diciendo: 'No os esforcéis demasiado, estoy acostumbrado a no recibir demasiados aplausos'.
El IG-Metall, otrora uno de los principales aliados de la socialdemocracia, se ha convertido en el crítico más severo de la política gubernamental. Como en anteriores ocasiones, también ayer el canciller intentó explicar el sentido de éstas: evitar que la distancia que de por sí es cada vez más pequeña entre Alemania, Asia, América Latina o el resto de Europa se vuelva aún menor.
'Se trata de reajustar el sistema social ante una situación en la que los recursos son cada vez más escasos', y el Estado los necesita para invertir en investigación, ciencia y formación, dijo. En un momento de su discurso intentó ganarse el apoyo de las bases sindicales al abordar un asunto que les preocupa: la posible pérdida de poder de los comités de empresa ante la armonización europea.
A los únicos a los que, al parecer, ha convencido ha sido a los disidentes dentro de su partido, cuyo respaldo sabe seguro de cara a la votación parlamentaria sobre la reforma laboral que se celebrará mañana viernes.