A tener en cuenta antes de contratar un garantizado
La oferta de fondos garantizados que inunda el mercado es apabullante. Prácticamente todas las entidades financieras han lanzado algún producto que garantiza la totalidad o buena parte del capital invertido en un periodo determinado, a lo que unen una ganancia adicional ligada a algún tipo de activo habitualmente de Bolsa. A la hora de elegir, no está de más considerar algunos aspectos clave.
'Buscamos productos que garanticen como mínimo el 100% del capital invertido', recomiendan en Inversis. Un garantizado invierte en mayor medida en renta fija, con lo que se asegura la garantía del capital, y en menor medida en opciones sobre renta variable. Cuanto mayor es la inversión en renta fija, más proporción del capital invertido se garantiza, pero menor es la rentabilidad que se puede prometer y viceversa.
Es importante leer la letra pequeña de la publicidad de los garantizados, porque muchas veces esa rentabilidad adicional que se promete es menor de lo que parece en un primer momento. 'La rentabilidad ha de estar calculada punto a punto, frente a otras alternativas que incluyen complejas estructuras que disminuyen la revalorización final del producto (por ejemplo, medias mensuales)', explican en Inversis. 'Hay que evitar estructuras que establezcan un objetivo de rentabilidad mínimo, que en ocasiones se convierte en un objetivo inalcanzable'.
Otra de las variables a tener en cuenta son las comisiones. Muchos de estos fondos penalizan al inversor si se sale antes de que finalice el plazo de la garantía. Cada vez hay más fondos que abren ventanas cada cierto tiempo para permitir que los partícipes entren o salgan sin penalización.
Es importante recordar que la inversión que se realiza en un garantizado es por un periodo mínimo que suele ser de tres años y el efecto que la inflación puede tener sobre el dinero invertido. Conviene fijarse no sólo en la rentabilidad ofrecida en todo el periodo de garantía, sino también en la que resulta en términos anuales. Igual un fondo ofrece cada año una rentabilidad del 4%, cuando la inflación en ese periodo ha sido del 3%. La ganancia anual real en este caso tan sólo sería del 1%.