Las emisiones de bonos y acciones crecen un 33% en el tercer trimestre
La demanda de deuda empresarial ha sido muy fuerte durante este ejercicio. Estas emisiones se han beneficiado al ofrecer rentabilidades más atractivas que los bonos del Tesoro pero menor riesgo que la renta variable, ayudados además por un entorno de tipos de interés bajos y de inversión conservadora', explica Alice Keegan, de Moody's.
Ford, el segundo fabricante de automóviles del mundo, encabezó las ofertas. Vendió 3.510 millones de euros en Estados Unidos y también captó fondos en euros y bahts tailandeses.
Los inversores se han mostrado más dispuestos a asumir riesgos ante los indicios de recuperación económica y de la mejora tanto de los mercados de créditos como de la Bolsa. El PIB de EE UU, motor económico mundial, creció un 3,3% en el segundo trimestre, mientras que la economía japonesa sorprendió con un crecimiento del 1% en el periodo.
La deuda empresarial centra el interés por tener una rentabilidad atractiva frente a la deuda del Tesoro y un menor riesgo respecto a la renta variable
La oferta de bonos, que alcanzó un total de 3,47 billones de euros en los primeros nueve meses del año, podría superar el récord de 4,07 billones de euros alcanzado en 2001, a pesar de que el ritmo de las ventas se está desacelerando.
En el tercer trimestre las emisiones de bonos empresariales, excluyendo Freddie Mac, Fannie Mae y otras agencias, pese a acaparar la mayor demanda del total, cayeron a 667.953 millones de euros frente a los 935.766 millones del trimestre anterior.
Los expertos, con todo, consideran que el entorno para más emisiones es positivo. 'El riesgo de quiebra empresarial ha caído, las expectativas de recuperación económica aumentan y con los tipos de interés bajos el coste para los colocadores es menor', explica desde Nueva York Devi Aurora de Standard & Poor's.
La caída de la rentabilidad de los bonos de EE UU hasta el mínimo de 45 años en junio también ayudó a fomentar la demanda de deuda corporativa debido a su mayor rendimiento.
Las emisiones de bonos basura, títulos de empresas con calificaciones crediticias de alto riesgo, también han aumentado con fuerza este ejercicio. Según datos de Standard & Poor's en Europa estas colocaciones han alcanzado los 12.400 millones de euros en lo que va de año frente a los 7.100 millones del pasado ejercicio.
Según la agencia, las necesidades de financiación de las empresas con calificaciones crediticias de alto riesgo, unido al menor atractivo del mercado de capital riesgo y a otros factores como la mayor solvencia empresarial o las expectativas de recuperación económica, explican el elevado volumen.
Brasil y Rusia lideran las ventas en los emergentes
Las expectativas de recuperación también han impulsado la venta de bonos de mercados emergentes. Los exportadores brasileños, rusos e indios, que se beneficiarán con un crecimiento económico mundial más fuerte, encabezaron las ventas de bonos de compañías de naciones en desarrollo en el tercer trimestre.Cia. Siderúrgica Nacional, el segundo fabricante de acero de América Latina por tamaño, y OAO Gazprom, el mayor productor de gas del mundo, vendieron por lo menos 7.700 millones de dólares en bonos frente a los 462 millones de dólares del tercer trimestre del año pasado, según muestran los datos de Bloomberg.Las proyecciones del FMI prevén que el ritmo de crecimiento brasileño se duplique el año próximo al 3% y que la economía rusa se expanda en torno al 5%.
La tasa de impago mundial cae al 5,2% en 12 meses
La solvencia empresarial continúa mejorando. La tasa de impago global hasta septiembre ha caído un 5,2% en los últimos 12 meses, un comportamiento que contrasta con el 9,37% de finales del pasado ejercicio, según datos de Standard & Poor's.Las empresas con calificaciones crediticias de bonos basura se han visto favorecidas por la caída de los tipos de interés tanto en EE UU como en Europa. La mejora de la calidad crediticia ha fomentado, asimismo, las emisiones de bonos de alto riesgo a ambos lados del Atlántico.La agencia de calificación crediticia resalta, sin embargo, que esta tendencia contrasta con la lenta recuperación del sector manufacturero, un buen indicador de la salud económica. La producción industrial continuó en negativo por quinto mes consecutivo en EE UU.