BP inicia el suministro de hidrógeno a autobuses públicos de Barcelona
El alcalde de Barcelona, Joan Clos, comprobó ayer que su pañuelo sólo se manchaba de agua después de mantenerlo durante un minuto junto al tubo de escape de un autobús público propulsado a pila de combustible de hidrógeno. Ayer arrancaron tres de estos vehículos en Barcelona para conmemorar el Día europeo sin coches. La petrolera BP ha construido una estación de servicio para surtirlos de hidrógeno, en la que ha invertido tres millones de euros.
Dentro del proyecto europeo CUTE (Transporte Urbano Limpio para Europa, según sus siglas en inglés), que prueba en el transporte público de 10 ciudades de la Unión la viabilidad y eficacia de los motores propulsados por hidrógeno, la iniciativa del Ayuntamiento de Barcelona levanta gran expectación. Sólo en esta ciudad y más tarde en Hamburgo (Alemania), BP demostrará que es viable extraer el hidrógeno del agua, en cuya molécula participa este gas junto con el oxígeno.
Esta alternativa para obtener hidrógeno parece la más adecuada desde el punto de vista ambiental, pero se considera que no es rentable. De hecho, BP ha optado en Oporto y Stuttgart -otras dos ciudades que participan en el proyecto CUTE- por una solución de producción y suministro del gas muy parecida a la que ha ofrecido Repsol en Madrid, que lo extrae a partir del gas natural.
Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) cedió a BP un terreno de 1.100 metros cuadrados junto a sus cocheras en la Zona Franca de Barcelona para que ésta construyera una estación de servicio o hidrogenera para los tres autobuses modelo Cítaro, en los que Mercedes Benz sustituyó el motor de combustión convencional por la pila de combustible. En esta pila se produce la reacción electrolítica del hidrógeno con el oxígeno del aire, una tecnología que eleva el precio del autobús a 1,25 millones de euros. Parece mucho frente a los 168.000 euros que viene a costar un modelo diésel, pero, a cambio, el de pila de combustible sólo emite a la atmósfera vapor de agua y elimina los ruidos del motor.
Por eso, el Ayuntamiento de Barcelona hizo coincidir su puesta en marcha con el Día europeo sin coches. Otras 233 poblaciones españolas, entre 1.024 ciudades europeas, se sumaron a esta conmemoración con diversas iniciativas. La mayoría, como Madrid, cerrando el paso de vehículos privados al centro urbano buena parte de la jornada. Pero en Dublín y otras 16 ciudades irlandesas ayer el transporte público fue gratuito.
Para reducir el consumo de energía eléctrica en el proceso de hidrólisis de su hidrogenera, BP hace participar a la energía solar. Para ello, su división solar está instalando una marquesina de 72 paneles fotovoltaicos, con una capacidad de 7.200 kilovatios-hora, que estará en servicio 'en los próximos meses', según un portavoz de la compañía. Para entonces, esta energía proveerá el 18% de sus necesidades de suministro eléctrico, lo que ahora se reduce al 5%.