Las cajas ganan un 22,6% más gracias a la mejora de la Bolsa y a extraordinarios
Las cajas de ahorros consiguieron en el primer semestre del año dar la vuelta a su cuenta de resultados y recuperar tasas del crecimiento del beneficio superiores al 20%, desconocidas en los últimos años.
La razón de este espectacular aumento del beneficio se encuentra, sobre todo, en la comparación con el primer semestre del año anterior, un trimestre atípico marcado por las fuertes dotaciones que tuvo que realizar La Caixa por sus participadas, Repsol y Telefónica. Tales dotaciones sumaron 341 millones de euros y se apuntaron íntegramente a la partida de extraordinarios. Eso castigó severamente la cuenta de resultados del conjunto del sector, que registró una caída del beneficio del 9%.
Este efecto comparativo puntual explica, en gran medida, el extraño salto que se produce entre el crecimiento del 3% conseguido en el primer semestre de este ejercicio y el 22,6% en el semestre. Igualmente, justifica que las previsiones del sector para el conjunto del año se muevan en una horquilla de subida del beneficio atribuido entre el 8% y el 11% y no vayan más lejos.
La peculiaridad de este semestre no esconde, sin embargo, que las cajas mantienen una buena evolución general del negocio y que la mejora de los mercados se ha trasladado de manera clara a sus cuentas consolidadas.
Donde más se nota esto último, lógicamente, es en los ingresos por operaciones financieras, que recogen lo que ganaron las cajas gracias a sus operaciones en renta variable, renta fija y con futuros. Así, estas operaciones sumaron a la cuenta 341,4 millones más que en el primer semestre del año anterior, un 185,7% más en términos relativos.
En cuanto a los extraordinarios, mientras el año pasado restaron 212 millones de euros (por las mencionadas dotaciones de La Caixa), el primer semestre de este ejercicio sumaron 106,9 millones.
Además de estos dos capítulos determinantes, el análisis de las cuentas difundidas ayer por la CECA revela, también, que las cajas han sorteado con éxito la desaceleración económica y el negocio apenas se ha resentido. Lo muestra un crecimiento del balance medio del 10,5% hasta junio.
Este aumento del volumen de negocio compensa en cierto modo el estrechamiento de márgenes que provoca la caída de los tipos de interés. El de intermediación subió un 4,5%. Las comisiones mantuvieron un crecimiento más en línea con el negocio, con un aumento del 12,6%.
Otro aspecto positivo de la cuenta tiene que ver con los gastos, tradicionalmente una asignatura pendiente de las cajas de ahorros. En el semestre estos evolucionan a un ritmo algo más moderado, con una tasa de aumento del 6,1%, menor que el crecimiento del margen ordinario. Esta circunstancia determina el empuje del margen de explotación, que experimenta una subida del 16,5%. El crecimiento de este margen, el indicador más fiel del negocio puro y duro de las entidades, es especialmente gratificante para el sector si se compara con el registrado por los bancos. De hecho, la cuenta de resultados de los bancos en España arroja una subida del margen de explotación del 3%, cinco veces inferior a la de sus competidoras.
Índice de eficiencia
En cuanto a los resultados, el aumento del 22,6% se compara con el crecimiento del 14,4% en el caso de los bancos que operan en España, sólo matrices. Donde éstos siguen llevando la delantera es en el indicador de eficiencia. Pese a que las cajas avanzan 2,26 puntos en el último año, el índice todavía está en el 57,3%, frente al 48,5% de los bancos (una entidad es más eficiente cuanto más bajo es el índice).
Las aportaciones hechas al Foncei por las cajas han crecido ya un 55,2%, hasta situarse en 533,4 millones de euros en los seis primeros meses del año. Con esta nueva aportación al Fondo de Cobertura creado por el Banco de España se alcanza una cifra de 2.750 millones de euros, muy próxima ya a los dos tercios de su importe teórico máximo.
La concesión de créditos prosigue su escalada
El negocio de las cajas mostró un fuerte crecimiento el primer semestre. El balance medio de las entidades creció un 10,5% y alcanzó los 534.443 millones, gracias sobre todo al empuje de los créditos, sobre todo hipotecarios. Crecimientos que, a estas alturas, incluso sorprenden al sector. Si en junio, el volumen de préstamos se elevó un 16,8%, durante el verano repuntó y cerró agosto con una subida del 17,2%, hasta 359.796 millones.Las cajas continúan ganando cuota de mercado en este negocio y superando de lejos el crecimiento en créditos de los bancos, que cerraron julio con un aumento del 10,3%, el mayor en un año.Pese a la escalada mantenida de los préstamos, las cajas lograron mantener la tasa de morosidad total en mínimo históricos. Al cierre de julio se situó en el 0,624%, lo que supone una mejora con respecto a la de un año antes pero una subida de cuatro milésimas sobre la de junio. La tasa de mora sobre créditos aumentó ligeramente en julio, hasta el 0,775%.Si bien, la evolución de la morosidad se mantiene estable y el sector descarta variaciones bruscas en un futuro inmediato. Mientras, la inversión en valores, tuvo un crecimiento del 4,5% que el propio sector califica como 'moderado'. Aunque lo destinado a renta variable creció un 5,8%, hasta 25.853 millones frente a la renta fija, que avanzó un 4% (69.168 millones).En cuanto a la otra pata del negocio, los recursos ajenos captados, también creció a buen ritmo, hasta 422.316 millones. En los fondos de inversión, las entidades notaron la mejora del mercado y lograron captar un 17,5% más hasta agosto que en el mismo mes del año pasado.Fuentes del sector consideran que el mantenimiento del negocio permitirá a las cajas acabar el año con un crecimiento de dos dígitos, aunque pendiente de cómo evolucione la Bolsa.