Ronnie Drew pide coraje ante las discográficas
El sector discográfico pasa por la mayor crisis de su historia. ¿El culpable? El dinero, piensa el cantante irlandés Ronnie Drew, una estrella de la música admirada por U2, Elvis Costello o The Pogues
A las 12 de la noche del lunes pasado, Ronnie Drew apareció en el escenario de un bar irlandés en Madrid, invitado por su amigo Brendan Murphy. Un segundo después cumplía 69 años.
Ante una audiencia de no más de 200 personas -que callaron para escuchar su voz de roble-, cualquiera diría que se trataba de una estrella de la música. Y resulta que Drew (Dublín, 1934) lo es.
Bono, el líder de U2, o el cantante Elvis Costello han compuesto temas para él. El grupo que fundara en 1962, The Dubliners, es considerado una pieza fundamental en la historia de la música folk. En su país es toda una institución y si usted visita un bar irlandés en su ciudad española, posiblemente vea alguna foto suya colgada de la pared -le intrigará el color gris de sus ojos-.
Pero Ronnie Drew no viaja en grandes coches ni aviones privados, no acude a programas de televisión en los que se fabrican nuevas estrellas y no está especialmente preocupado por la piratería musical o las descargas gratuitas a través de la Red.
Y todo esto cuando las multinacionales de la música asisten aterradas a una caída de las ventas. Los artistas más conocidos protestan por las copias ilegales de sus álbumes y las discográficas demandan a personas mayores de 60 años o menores de 15 por bajarse música de Internet. Incluso The Dubliners tuvo que querellarse con la compañía Outlet hace cinco años por vender una edición no permitida de sus éxitos. El sector ha llegado a este punto, opina Drew, porque ha ligado la palabra 'éxito' con la palabra 'dinero'.
'Tener éxito en la música no es ganar mucho dinero. æpermil;xito es seguir haciendo cosas en las que tienes fe', dice. Los músicos 'han de tener el coraje de decir 'no' a las discográficas cuando te vienen con ideas preconcebidas, y confiar en sí mismos'. Ahora 'si a las tres semanas no has vendido un millón de discos, te lo retiran de las tiendas', afirma.
Y subraya que hoy en día -y esto es terrorismo musical- 'puedes grabar tú disco en tu casa y venderlo a través de Internet'.
A mediados de los años cincuenta Ronnie y su amigo Joe Hackett dejaron su Dublín natal para trasladarse a Sevilla. Trataron de ganarse la vida como profesores de inglés, pero nunca tenían dinero y en ocasiones salían por la ventana de la pensión en la que se hospedaban para no pagar. Drew llegó a trabajar de extra en algunas de las escenas de Lawrence de Arabia rodadas en España, y en 1962 decidió volver a Irlanda. 'Hice el camino de Sevilla a San Sebastián en autoestop. Tardé cinco días, en los que sólo comí un trocito de pan y un vaso de agua', recuerda.
A su regreso a Dublín fundó The Dubliners y su disco Siete noches borracho, grabado con EMI, fue un éxito. Se mantuvieron juntos hasta 1994 y desde entonces Drew actúa sólo acompañado de una guitarra. Actualmente trata de fundir el flamenco con el baile tradicional irlandés. La razón del estado actual de la industria musical está 'en el propio mercado capitalista', dice. Y aclara: 'No soy comunista, sólo soy Ronnie Drew'.