El Banco de España abrió en julio la décima inspección sobre Eurobank
El Banco de España tiene abierta una inspección en Eurobank del Mediterráneo desde mediados del mes de julio, la décima que le realiza en los últimos ocho años, y tramita además dos expedientes incoados este mismo año en contra el banco, sus administradores y "alguno de sus accionistas más significativos", según fuentes del supervisor bancario.
La institución que dirige Jaime Caurana, que tiene intervenido Eurobank desde el pasado 25 de julio a petición de la propia entidad, ha indicado que dará a conocer en su momento los resultados de la que es la décima inspección desde que en 1996 entró en su capital el actual grupo dominante y actuará en consecuencia. Ambas actuaciones se suman a las numerosas medidas adoptadas por el Banco de España con anterioridad a la intervención y de las que se habían derivado recomendaciones y requerimientos a la entidad para subsanar las deficiencias detectadas.
Entre otras medidas, el Banco de España obligó a Eurobank a constituir elevadas provisiones para distintas coberturas y riesgos e, incluso, le exigió reformular sus cuentas para aflorar pérdidas no declaradas. Así, la entidad tuvo que rectificar los resultados de 2001 y 2002, elevando las pérdidas desde 1,8 millones de euros hasta 4,1 millones en el primer caso y desde 3,2 millones hasta 8,5 millones en el segundo ejercicio.
Numerosas ampliaciones de capital
Eurobank también ha tenido que reforzar además sus recursos propios nueve veces desde 1996, para lo que ha recurrido en numerosas ocasiones a ampliaciones de capital. Sólo en los últimos cuatro años, sus accionistas han tenido que aportar más de 10 millones de euros y la entidad tiene en marcha en la actualidad otra operación para inyectar casi 6,5 millones, también por exigencia del supervisor. A esta ampliación, que finalizará el 8 de septiembre para los actuales accionistas y el 8 octubre para los no accionistas, no tienen previsto acudir ni su presidente ni las mutuas catalanas también accionistas.
Según las fuentes consultadas por la agencia Europa Press, el Banco de España ha instando también a los gestores de Eurobank a abandonar determinadas operativas, proyectos o reducir ciertos riesgos, además de a no comercializar ciertos productos para evitar situaciones no deseadas. En paralelo de estos requerimientos, el supervisor ha expedientado al banco y a sus administradores a tenor de los resultados de las inspecciones realizadas a finales de 1999 y de 2002.
En la actualidad están abiertos dos expedientes, cuya tramitación sigue los plazos establecidos por ley, al igual que ocurre en los procesos de inspección. Fuentes de la institución explicaron que el supervisor tiene que "garantizar el legítimo derecho de las defensa de las partes afectadas" y también "procurar la máxima solidez del procedimiento", lo que implica que hay que respaldar "con el máximo rigor documental" cada una de las actuaciones, "aun a costa del lógico deseo de celeridad".