Iberia tiene en caja 1.138 millones para adquisiciones en Europa
Iberia ha salido bien parada del ya largo periodo de crisis en que está sumida la industria aérea mundial. No sólo ha sido el operador de red europeo más rentable en estos últimos años, también ha podido amasar una enorme liquidez, que la convierte en una de las aerolíneas de Europa con más sólida posición financiera.
Al cierre del primer semestre de 2003, la compañía de bandera española acumulaba una caja, es decir, la suma de las inversiones financieras temporales y de la tesorería, de 1.138 millones de euros. Esta cifra es casi un 38% superior a la que contabilizada hace dos años y tres veces más grande que la que atesoraba hace sólo tres.
Iberia afirma que esta política de acumulación de recursos ha sido un objetivo prioritario de la empresa desde los ataques terroristas del 11 de septiembre y el subsiguiente agravamiento de la crisis que ya padecía la industria.
El entonces presidente, Xabier de Irala, anunció tras esos trágicos acontecimientos que la disponibilidad de liquidez iba a ser una de las claves para que una línea aérea, con enormes gastos fijos, sobreviviera a un periodo más o menos largo de retracción de la demanda.
La firma española se ha aplicado a esta tarea. En los casi dos años transcurridos desde los atentados de Nueva York, Iberia ha elevado sus disponibilidades de caja en 313 millones. 'La liquidez acumulada nos da tranquilidad y libertad para tomar decisiones', afirman en Iberia.
Sin embargo, la acumulación de caja era ya un objetivo estratégico para la aerolínea antes del 11-S. Entre junio de 2000 y junio de 2001 Iberia incrementó sus disponibilidades de fondos desde 405 millones a 825.
Ya entonces se vislumbraba la posibilidad de consolidación de un sector que tenía varias empresas en quiebra a través de fusiones y tomas de participación. El proceso no ha cristalizado todavía, pero Iberia ha manifestado abiertamente su disposición a tener un papel protagonista, apoyada en su capacidad financiera y su complementariedad con otros operadores europeos.
El nuevo presidente de Iberia, Fernando Conte, parece tener esquemas estratégicos similares a los de Irala.
La actitud de Iberia puede ponerse a prueba a partir de ahora, cuando Air France y KLM parecen a punto de alcanzar un acuerdo de integración que sería el primer gran paso de esa consolidación del sector en Europa.
Batalla por los costes comerciales
Iberia ha decidido redoblar la batalla para reducir sus costes comerciales y de distribución, uno de los ejes de su plan estratégico. Ya aplicó en los últimos años una rebaja de las comisiones de las agencias de viajes-mal aceptada por éstas-, pero ahora, tras desarrollar la venta por Internet y proponer la comisión cero, el enfrentamiento es total. De hecho, la Cúpula Asociativa de las Agencias de Viajes Españolas (Caave) continúa sin descartar la vía judicial y reclamar a Iberia 800 millones si la aerolínea no acepta los términos propuestos por las intermediarias.Pese a que la aerolínea ha renunciado al modelo inicialmente propuesto y ha aceptado la entrada en vigor a partir de principios de 2004 de un modelo mixto, en el que se combinan el cobro de una comisión a la compañía aérea y el cobro de los gastos por intermediación a los consumidores, las agencias consideran que las diferencias son aún muy grandes.
La acción roza los máximos
Desde los mínimos del mes de marzo, cuando sus acciones marcaban 1,13 euros en plena incertidumbre bélica por la guerra de Irak y de crisis de las aerolíneas, Iberia ha entrado en una espiral alcista que le ha llevado a revalorizarse desde entonces más de un 70%, y que la semana pasada le permitió rozar los máximos históricos en el parqué madrileño, al cotizar a 1,96 euros. El techo histórico, 2.02, se alcanzó en abril de 2002.En lo que va de año, la cotización de la aerolínea ha aumentado cerca de un 27%, en uno de los escenarios más oscuros vividos por el sector. En todo caso, la tendencia al alza es generalizada en las empresas del sector. Parece que los inversores dan por finalizada la crisis, pese a que en el primer semestre las empresas han sufrido la caída de la demanda por la difícil coyuntura y la guerra de Irak, la subida del carburante, la neumonía asiática y el embate de las líneas de vuelos baratos.