Las normas contables internacionales elevarán la volatilidad de los resultados
La adopción del llamado valor razonable y, fruto de ello, la forma de contabilizar el fondo de comercio son dos de los cambios más revolucionarios a los que se enfrentarán los grupos de empresas cotizados, que en 2005 tendrán que adoptar las normas internacionales de contabilidad. Pero hay más. Hasta ahora la contabilidad española ha vivido bajo el imperio de la prudencia (por ejemplo, reflejar hoy una depreciación que se pueda dar en el futuro) y empezará a desenvolverse en un entorno más ágil, subjetivo y volátil. Así lo ven auditores y expertos contables, para quienes el futuro que se avecina requerirá un cambio en la mentalidad de los inversores y de los analistas, también del regulador, para que sepa ser duro y obligue al estricto cumplimiento de unas normas.
Una de las novedades de las normas internacionales es la imposición de la información por segmentos de actividad o por zonas geográficas. En general, según los expertos de PricewaterhouseCoopers, la rama de actividad será la que prime. La empresa deberá así informar de los resultados y de la participación en el resultado de las empresas consolidadas por puesta en equivalencia de cada segmento de actividad. La principal consecuencia será ofrecer a la competencia una información sensible y, en ocasiones, estratégica.
Bajo los criterios del Plan General Contable, que son los que ahora se están aplicando en España, las operaciones se registran por el precio de adquisición. Bueno o malo es un criterio fijo. Con las normas internacionales se aplicará el llamado valor razonable, que será un valor de mercado siempre difícil de determinar. Quienes más sufrirán este cambio serán las compañías inmobiliarias. Este valor razonable también será el que se aplique a la contabilización del fondo de comercio. La norma internacional que regula este aspecto prohíbe su amortización, pero exige que al menos una vez al año se realice un test sobre su posible pérdida de valor, y en el momento en el que no tenga valor deberá darse de baja contablemente. 'Pero esto no significa que las empresas vayan a tener más pérdidas con las normas internacionales', aclara Rocío Fernández, senior manager de Global Capital Markets Group de PricewaterhouseCoopers.
Difícil de vaticinar
Esta experta en contabilidad internacional afirma que vaticinar el resultado que van a tener las empresas cuando apliquen las nuevas normas contables es muy difícil, 'porque hay muchos efectos que van a poder compensarse. Pero lo que sí se puede avanzar con seguridad es que va a incrementarse la volatilidad'. Otro de los cambios importantes que incorporarán las nuevas normas contables afecta a las provisiones.
æpermil;stas permiten reflejar hoy un gasto futuro que se mantiene latente. Si llegado el caso un activo efectivamente se deprecia, la compañía aplica la provisión.
En la actualidad, muchas provisiones se inflan y, por ejemplo, pueden servir para ocultar la mala gestión de un año. Con las normas internacionales, las provisiones no tendrán tanto margen.
Sin embargo, este criterio internacional choca con alguna circular del Banco de España. En concreto, con la circular 4/91, que es, señalan los expertos, un fiel reflejo del exceso de prudencia contable del sector bancario español.
También las inversiones en I+D que realizan las empresas van a sufrir cambios. Si en la actualidad pueden contabilizarse como un activo, pasarán a considerarse como un gasto con la introducción de las nuevas normas contables internacionales. El valor de mercado también va a tener impacto en la combinación de negocios entre compañías porque se va a exigir este criterio en la totalidad de las fusiones. A la hora de registrar los resultados extraordinarios, la contabilidad internacional es muy restrictiva y sólo admite las catástrofes naturales y las expropiaciones.
¿Se utilizarán en todos los mercados?
A pesar de que el organismo que elabora las normas internacionales tiene el objetivo de unificar el lenguaje contable en todo el mundo, Estados Unidos mantendrá, al menos de momento, sus propios criterios. Pese a que se mantienen conversaciones de cara a la armonización, las normas internacionales de contabilidad que entren en vigor en la UE deberán compartir espacio con las estadounidenses (US Gaap). Los expertos creen que el impacto de las diferencias contables dependerán de cada empresa.
¿Por qué es obligatorio aplicarlas?
El verano pasado, el Consejo y el Parlamento Europeo aprobaron un reglamento que estableció la obligatoriedad de que los grupos consolidados cuyas acciones coticen en un mercado de capitales de un Estado miembro presenten sus estados financieros de acuerdo con la normativa contable internacional. El reglamento comunitario es de obligado cumplimiento. Cada Estado puede decidir, sin embargo, si extender esta obligación al resto de las compañías. En España será así en 2007.
¿Quién deberá presentarlas y cuándo se hará?
4Los grupos de empresas cotizados deberán presentar sus cuentas con los nuevos criterios contables en 2005. El resto de compañías tendrá dos años más para introducir los nuevos criterios contables. Sin embargo, las empresas cotizadas que no pertenecen a grupos podrán incluir el balance y cuenta de resultados con criterios internacionales desde 2005 junto con el resto de las cuentas. Las sociedades no cotizadas también deberán aplicar la contabilidad internacional a partir de 2007.
¿Qué organismo está elaborando las normas?
El International Accounting Standards Board (IASB) es el encargado de elaborar las normas internacionales de contabilidad. Es un organismo independiente con sede en Londres cuyos miembros proceden de nueve países diferentes. Su consejo cuenta con 14 expertos de los cuales cinco son europeos (dos ingleses, uno francés, un alemán y un suizo). El IASB está desarrollando una contabilidad única para todas las empresas cotizadas para lograr una mayor transparencia de cara al inversor.