El euro cae a 1,15 dólares ante el posible recorte de tipos en Estados Unidos
Las dudas sobre el alcance de la rebaja de tipos en EE UU y el análisis, que mayoritariamente se espera más optimista, de la situación económica por parte de la Reserva Federal empujaron ayer al euro al nivel más bajo frente al dólar desde el pasado 16 de mayo. La divisa europea cotizó a 1,156 dólares y el Banco Central Europeo (BCE) fijó el cambio oficial en 1,152 dólares.
El descenso del euro se produce de forma generalizada frente a las principales divisas y tiene su base en el optimismo que han arrojado los últimos indicadores de la economía estadounidense: un aumento de la inflación en mayo, que aleja el fantasma de la deflación, y una fuerte alza de la actividad industrial en el área de Nueva York, lo que apunta una recuperación de la actividad.
Tras la publicación de esos datos la semana pasada, la mayoría de los analistas se inclina por una rebaja de tipos de 25 puntos básicos hasta el 1%, lo que situaría el precio del dinero en el nivel más bajo desde 1958. En una encuesta de Bloomberg entre 152 analistas, 94 apostaron por un recorte de 25 puntos básicos y 47 por una rebaja de 50 décimas, hasta 0,75%.
El alcance de la rebaja es decisiva para establecer el interés de los inversores por los activos denominados en dólares, lo que incidirá en la cotización de la divisa europea.
UBS AG considera que con una rebaja de 25 décimas, el dólar se apreciaría temporalmente hasta las 1,13 unidades por euro. A juicio de la entidad, ése sería un buen nivel de compra para la divisa europea dada su previsión de que el euro se apreciará en los próximos meses hasta los 1,25 dólares ante el previsible deterioro de los déficit fiscal y por cuenta corriente de EE UU.
Perspectiva incierta
Las buenas noticias de la última semana han reducido la apreciación acumulada por el euro. La divisa europea ha subido desde enero un 8,97% frente al dólar. Hace una semana este porcentaje ascendía al 11,27%.
Pero los expertos advierten que la actual caída será efímera, toda vez que los indicadores que se esperan esta semana apuntan a un deterioro de la confianza de los consumidores, cuyo gasto representa dos tercios del PIB de EE UU.
Hoy se publicará el índice de confianza de los consumidores del Conference Board y todo apunta una caída de las expectativas de los estadounidenses a 82 puntos, desde 83,8 en mayo. A finales de semana se espera otro informe en la misma dirección de la Universidad de Michigan.
'El impacto de los consumidores sobre la economía de EE UU es muy grande', asegura Paul McNee, jefe de tipos de cambio de Australia and New Zealand Banking Group. 'Los datos de la confianza pueden tener un impacto negativo sobre el dólar', asegura el economista.
Hasta que se despejen estas dudas, las transacciones en los mercados de divisas transcurrirán en un clima de relativa tranquilidad, lo que favorece al dólar frente al euro. De hecho, la divisa estadounidense apenas se movió unas centésimas frente al yen japonés y cotizó a 118,6 yenes.
Para Steve Englander, estratega cambiario de Barclays Capital para EE UU, el euro subirá hasta ese mismo nivel, 1,25 dólares, en los próximos tres meses y ése será el punto de inflexión para la recuperación del dólar.
En todo caso, las autoridades europeas han alertado que más allá de un tipo de cambio de 1,2 dólares, la fortaleza del euro podría ser un lastre para la economía.
La desconfianza de los inversores a la inversión en Bolsa ha impulsado la apuesta por los activos en divisas y dado el diferencial cambiario el atractivo del euro es mayor al del dólar.