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EE UU

La Reserva Federal prepara una nueva rebaja de los tipos de interés

El debate ya no es 'si' la Reserva Federal bajará los tipos de interés, sino 'de cuánto' será el recorte en la reunión del miércoles. Apenas se discute que haya rebaja porque el propio presidente de la autoridad monetaria, Alan Greenspan, ha dejado claro en sus últimas comparecencias hacia dónde se inclinaba. Para Greenspan es una cuestión de seguridad.

El presidente de la Reserva quiere asegurarse de que EE UU no entre en una espiral deflacionista, que no se cometen los mismos errores que se cometieron en Japón y facilitar una salida de la crisis menos titubeante. De paso, y siendo más explícito que en otras ocasiones, lo que está transmitiendo Greenspan en sus últimas intervenciones y por las filtraciones de la Reserva, según recogen los analistas, es que los tipos van a estar bajos mucho tiempo para actuar como seguro.

Bancos de inversión como Merrill Lynch, JP Morgan y Goldman Sachs, que el viernes revisó al alza su previsión de crecimiento para los siguientes cuatro trimestres, han hecho su apuesta y creen que la tarea que se ha puesto delante de sí la autoridad monetaria merece una rebaja de 50 puntos básicos y dejar el precio del dinero al 0,75%.

Otros como Citigroup señalan que los tipos bajarán 25 puntos en lo que sería la decimotercera intervención desde enero de 2001.

Según Bill Dudley, de Goldman Sachs, 'la inflación subyacente está por debajo del objetivo implícito de la Reserva'. Y es que los temores deflacionistas no cesan. 'No debe esperarse a que ocurra', se repite en el mercado. Stephen Roach, de Morgan Stanley, decía que el país 'está al borde de la deflación'.

Dudley asegura que la recuperación debe ser más rápida ahora y cree que 'en la Reserva se ha sido demasiado optimista sobre el futuro de la economía, que es el mismo error que cometieron en Japón en los noventa'. '50 puntos de rebaja es consistente con la política de seguridad de la que ha hablado el presidente', dice este economista que asegura que si esto conlleva una subida de la inflación para eso hay margen de maniobra.

Los que apuestan por una rebaja más moderada lo hacen con el convencimiento de que la economía va a repuntar en la segunda mitad del año. Muchos analistas se han ido instalando en esta creencia que los mercados han asumido. Según Robert DiClemente, de Citigroup, 'en los últimos dos meses los componentes financieros de los indicadores adelantados han registrado las mayores ganancias desde la recesión de los noventa'. Este analista observa que no hay traslación de estos datos a los que realmente preocupan: el desempleo, que está en el 6,1% aunque empieza a estabilizarse, la actividad industrial, que no remonta, y la inversión. DiClemente cree que basándose en antiguas relaciones entre los mercados financieros y las variables reales, 'se debe esperar una significativa mejora en los próximos meses'.

Las especulaciones de este próximo recorte han suscitado en EE UU una curiosa circunstancia. El jueves, John Berry, el periodista del Washington Post a quien sus compañeros le reconocen la solvencia de sus fuentes en la Reserva, apuntaba que la rebaja sería de 50 puntos.

Un día después, The Wall Street Journal titulaba que el recorte 'podría ser menor de lo esperado'.

El diario se refiere a fuentes de la propia Reserva Federal que concluyen, entre otras cosas, que con los tipos reales a cero, la única arma que queda contra la deflación es la compra de bonos del Tesoro, algo que ya se hizo en los cuarenta y de cuyo efecto se duda por la mayor complejidad actual de este mercado.

La oportuna debilidad del dólar

El dólar se ha embarcado en una senda de depreciación que le ha hecho perder un 31,8% de su valor en 15 meses, pasando de 0,88 dólares por euro en abril de 2002 a los actuales 1,16 dólares por euro. La tendencia llega en un momento oportuno: beneficia a la exportación en tiempos de incertidumbre económica. Pero esta depreciación no parece estar dando resultados. El déficit comercial se moderó en el primer trimestre de 2003, pero fue gracias a la caída de las importaciones; las exportaciones retrocedieron un 2,2%.

Una docena de rebajas del precio del dinero

En noviembre de 2002 la Reserva Federal aprobó el último recorte de los tipos de interés, que dejó en el 1,25%. Fue la duodécima rebaja desde enero de 2001, cuando el presidente de la Fed, Alan Greenspan, dio el pistoletazo de salida a los recortes, que desde un 6,5% llevaron el precio del dinero a su nivel más bajo en más de 40 años. Además de tratar de impulsar la recuperación, el miedo a la deflación ha favorecido las rebajas. No obstante, el abaratamiento del dinero no ha estimulado el consumo lo suficiente.

Dos apuestas fuertes a costa del déficit fiscal

Bush ha apostado desde un principio por los estímulos fiscales, aunque no han tenido el efecto esperado. En mayo de 2001 el presidente firmó un recorte de impuestos de 1,35 billones de dólares en 10 años. Cuatro meses después el fatídico 11-S auguraba tiempos peores y Bush quiso dar otro impulso de 75.000 millones que el Congreso no autorizó. En mayo de este año se aprobó un recorte de 350.000 millones hasta 2013. El resultado, pasar del superávit a un déficit fiscal de 292.000 millones, el mayor de la historia.

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