Doblar los rendimientos de las acciones
Vender opciones de compra con precio de ejercicio superior al de las acciones permite doblar el beneficio cuando la Bolsa sube y no perder cuando baja
Tras las fuertes caídas de la Bolsa en los últimos años y a pesar de la revalorización que los mercados de valores han experimentado en las pasadas semanas, muchos inversores aún tienen en su cartera acciones compradas a precios que ahora dudan volver a ver. En esta estrategia vamos a mostrar cómo doblar el rendimiento de unas acciones hasta un cierto nivel o techo. En el escenario más desfavorable, el inversor se quedará igual.
Para simplificar los cálculos vamos a suponer que tenemos 104 acciones de Telefónica compradas a 15 euros, por ejemplo. Con el precio de Telefónica a 9,86 euros acumulamos unas pérdidas del 34,3%. Ahora bien, tenemos dos alternativas: esperar a que el precio de la acción recupere los 15 euros o establecer un precio para el que no nos importaría vender esas 104 acciones. Este hecho de buscar un precio de venta para nuestras acciones podría recordar la estrategia de la call cubierta, pero es algo más complejo. Este planteamiento consiste en comprar una opción sobre Telefónica lo más cercana posible al precio de la acción en este momento (at the money, ATM). Con las 104 acciones de Telefónica que ya teníamos y la call comprada estamos doblando nuestra apuesta sobre la cotización de Telefónica, pero hemos comprado una opción y tendremos que pagar una prima. El precio de una opción sobre Telefónica ATM (precio de ejercicio igual a 9,86 euros) y vencimiento el 19 de septiembre de 2003 es de 0,77 euros por acción o, expresado como porcentaje sobre el tamaño total del contrato, del 7,8%.
Hasta el momento tenemos 104 telefónicas y una call a 104 acciones en 9,86 euros por la que hemos pagado un 7,8%. La estrategia no parece muy atractiva aún. Nuestro objetivo es que en el peor de los casos nos quedemos igual, es decir, con nuestras 104 acciones. De alguna manera tenemos que financiar el coste del 7,8% de la call comprada vendiendo opciones. En realidad, tenemos que vender dos opciones sobre Telefónica porque nuestra exposición total al añadir la call comprada es de 208 telefónicas. La idea es vender dos calls sobre Telefónica con precio de ejercicio superior a 9,86 euros por las que consigamos ingresar el 7,8% que nos ha costado la que hemos comprado o, puesto de otra manera, un 3,9% con cada una. Haciendo cálculos se puede comprobar que la call con precio de ejercicio 10,9 euros y mismo vencimiento, 19 de septiembre, vale un 3,9 %. Más o menos, vendiendo dos opciones con estas características conseguiríamos ingresar un 7,8% (3,9% por dos), justo el coste de la opción comprada.
En conclusión, tenemos 104 telefónicas, una call a 9,86 euros y dos puts a 10,9 euros y no hemos pagado nada adicional. Las operaciones con opciones se han autofinanciado. Ahora veamos qué hemos conseguido con todo esto. Si el precio de Telefónica sube hasta 10,5 euros (un 6,5%), ganamos tanto por las acciones compradas como por la call a 9,86 euros. En total conseguiríamos un 13%, el doble que si no hubiésemos llevado a cabo la estrategia. ¿Y si sube por encima de 10,9 euros (un 10,5%) que es el precio al que tenemos que entregar las 208 telefónicas? Entonces conseguiríamos una rentabilidad del 21%, aunque estemos renunciando a más subida. He aquí la idea de buscar un precio de venta para nuestras acciones o una rentabilidad con la que nos quedaríamos satisfechos (y que coincide con la estrategia de la call cubierta).
Por último, ¿y si el precio de Telefónica permanece por debajo de los 9,86 euros hasta el vencimiento? Entonces ni la call comprada tendrá valor ni las calls vendidas serán ejercitadas. Sólo tendremos exposición a Telefónica por las 104 acciones que teníamos en un principio. Dicho de otro modo, si el precio de Telefónica baja, nos quedaríamos igual, como si no hubiésemos llevado a cabo esta estrategia.
La estrategia de la doble apuesta permite doblar el beneficio de unas acciones que tenemos en cartera en caso de que el valor suba en el mercado. Como no requiere un coste adicional, te obligas a vender a un precio que viene determinado por el precio de ejercicio de las opciones vendidas. Como se dobla el beneficio al alza, se acelera la recuperación de las pérdidas (en nuestro ejemplo las 104 acciones se compraron a 15 euros). Lo más atractivo es que, en la peor situación, nos quedamos igual.