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Coyuntura

La caída de la confianza y los precios apunta otra rebaja de tipos en EE UU

Vuelve a ser la economía. Una vez acabada oficialmente la guerra contra Irak y superada la euforia política, los estadounidenses han vuelto a centrar su mirada en uno de los problemas más acuciantes, un anémico crecimiento que no permite crear empleo. Así las cosas, la confianza de los ciudadanos ha dejado de mejorar para tomar el camino contrario. El índice preliminar de la Universidad de Michigan de confianza de los consumidores arroja una lectura de 87,2 puntos, frente a los 92,1 del mes anterior.

Los analistas, que habían interpretado que la subida de la confianza en los meses posteriores a la guerra era algo artificial, no habían llegado a prever la que ha sido calificada como sorprendente caída del índice. El dato correspondiente a las condiciones financieras actuales experimentó una pequeña bajada al pasar de los 93,2 puntos en mayo a los 92. Sin embargo, son las expectativas las que están más afectadas y después de dos meses de optimismo el índice de futuro cae de los 91,4 puntos a 84,2.

Es la economía

La confianza está aún lejos de caer a niveles de la época prebélica y los bajos tipos de interés han ayudado a que de momento el consumo, que configura la mayor parte de la economía, no se colapse. El jueves el Departamento de Comercio hizo pública una estadística en la que mostraba una ligera mejora del 0,1% de las ventas al por menor.

Pero la inversión de las empresas no se activa en equipos ni en contrataciones. Una de las consecuencias de ello es que los precios que se pagan a productores (PPI) siguen a la baja. También ayer se hizo público el dato correspondiente a mayo desde el Departamento de Trabajo que ayuda a componer la foto fija de la inflación. Estos precios cayeron un 0,3% y aunque es el segundo mes consecutivo que ocurre, la lectura positiva es que ha sido mucho más suave que el mes anterior, cuando los precios se desplomaron un 1,9%.

Excluidos los elementos más volátiles, energía y alimentos, los precios se apreciaron un 0,1%, lo que pone distancia respecto al 0,9% de caída en el mes anterior.

En los últimos 12 meses, el dato del PPI se ha apreciado un 2,5%, aunque el dato subyacente (sin energía y alimento) refleja un descenso del 0,1%.

Maury Harris, analista de UBS, comentaba ayer que la tendencia se mantiene en cero, donde ha estado durante meses. Lo cual hace imposible que se produzca un repunte de la inflación, por lo que la Reserva Federal puede rebajar el precio del dinero sin que haya presión por ese lado. 'El comité abierto tiene mucho margen para ganar seguridad sobre la recuperación con una nueva rebaja y a la vez contribuir al cortafuegos que Alan Greenspan mantiene contra la deflación', explica Harris.

La agencia Bloomberg informaba ayer que las 22 firmas de bonos que negocian directamente con la Reserva Federal esperaban un recorte de tipos el día 25 de junio.

Mientras tanto otra de las caídas que más están dando que hablar a la Casa Blanca, la del valor del dólar principalmente frente al el euro, no se está reflejando aún en la balanza comercial. Y es que aunque el déficit histórico que se registró hace tres meses se está mermando y en abril quedó en 42.000 millones de dólares, estas cifras siguen siendo las terceras más altas, pese a que el coste de las importaciones ha caído por la rebaja del precio del petróleo.

Las importaciones cayeron un 2,1% (hasta quedar en 123.000 millones), mientras que las exportaciones cayeron un 2,2% a pesar del dólar débil. Algunos analistas esperan que el impacto del precio de la divisa sea mayor a largo plazo pero también temen que las ventas en el exterior caigan por la debilidad económica en los mercados de Estados Unidos.

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