Greenspan cree que la recuperación económica de EE UU va a ser modesta
Greenspan trata de reconducir la contenida alegría de quienes han querido ver en los últimos datos de confianza y mejora de la producción industrial (desde niveles bajos, eso sí) el principio del fin de la crisis.
La máxima autoridad monetaria de EE UU no prevé más que una recuperación modesta por contraposición a los economistas, que ya apuestan por un crecimiento por encima del 3% en los trimestres finales del año. Para Greenspan, los datos de mayo apenas muestran una 'estabilización' pero 'todavía no hemos visto nada que implique un mayor ímpetu en el crecimiento'.
Ni en la Bolsa ni entre los analistas se cuenta ya con que la Reserva vuelva a reducir tipos tras la reunión del comité abierto el 24 y 25 de junio aunque, desde luego, Greenspan, lejos de comprometerse en su análisis, añadió que pese a su lectura las perspectivas económicas 'no son de ninguna manea claras'.
No obstante, el presidente de la Reserva no quiso dejar pasar la oportunidad de alabar la resistencia de una economía como la estadounidense, que ha aguantado el lanzamiento de una guerra y la caída imparable del mercado, entre otros reveses, 'desde mediados de 2000'.
Y para alegría de la Casa Blanca, Greenspan también quiso enfatizar las bondades de los recortes de impuestos por valor de 350.000 millones con los que el presidente, George Bush, quiere dinamizar la economía. Los recortes fiscales, que todavía sufrirán distintas enmiendas pactadas entre los dos partidos del Congreso para cubrir huecos, empezarán a dejarse notar en julio.
Rebaja fiscal oportuna
'Estos recortes de impuestos están ocurriendo en un momento oportuno', dijo ayer el presidente de la Reserva, aunque matizó que ahora lo que convendría que el Congreso hiciera sería 'recortar los gastos federales', algo complicado de hacer cuando los Estados afrontan la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial.
Greenspan, quien en otras ocasiones al tocar estos temas se ha referido de inmediato al efecto de los déficit en un país que tendrá una gran carga social con la jubilación de los llamados baby boomers en 10 años, prefirió poner el énfasis esta vez en otra de sus preocupaciones, el desempleo, y concluyó que los recortes ayudarán a rebajarlo.
Pero si hay una cuestión en agenda que ha levantado la preocupación y el debate es la deflación. A pesar de que la Reserva Federal se ha referido más a la desinflación que a una estricta deflación, la preocupación por que se dé una espiral de caída de precios aumenta.
Ayer el presidente de la Reserva quiso despejar dudas a su ambigua manera. 'Estamos ante una eventualidad que tiene pocas probabilidades de producirse'. Greenspan sí que dijo que habría que tomar todas las medidas cautelares para que no se diera este caso y aunque aceptó que se conoce poco el fenómeno dijo que desde la autoridad monetaria se está más preocupado por una 'deflación corrosiva' que afecte a las expectativas.
No obstante y con la mente puesta en que el fantasma de este fenómeno que ahoga la economía de Japón y amenaza la de Alemania aparezca por EE UU, Greenspan dijo que la autoridad monetaria estudiará la deflación y sus riesgos en la reunión de junio.