Madrid y Londres reanudan en junio el diálogo sobre Gibraltar
El presidente del Gobierno, José María Aznar, pretende dar, tras varios meses de incertidumbre, un impulso significativo a las negociaciones sobre el futuro de Gibraltar que Madrid y Londres reiniciaron en julio de 2001. Con este objetivo, Aznar hizo llegar el pasado 19 de mayo al primer ministro británico, Tony Blair, una carta en la que le invita a retomar al más alto nivel el diálogo sobre el Peñón.
Según informaron fuentes diplomáticas británicas, el jefe del Ejecutivo español transmitió a su homólogo la necesidad de superar el contencioso sobre Gibraltar, ahora que la Unión Europea se dispone a acometer una ambiciosa reforma institucional para hacer frente al reto de una Europa ampliada. Las mismas fuentes apuntan que la cuestión de Gibraltar se ha podido tratar de manera bilateral entre la Administración española y la norteamericana, y entre esta última y el Foreing Office.
En este nuevo contexto, los secretarios de Estado de Asuntos Europeos español y británico, Ramón de Miguel y Denis McShane, respectivamente, tienen ya fecha para un encuentro formal que tendrá lugar en Madrid el próximo 6 de junio, según confirmaron fuentes diplomáticas españolas.
Aunque la reunión está fijada para repasar asuntos de interés bilateral y cuestiones europeas, Gibraltar puede convertirse en el protagonista de la jornada. De hecho, De Miguel y McShane, que mantienen contactos regulares, ya abordaron la posibilidad de retomar la negociación sobre el Peñón en una discreta reunión celebrada el pasado 10 de febrero en Londres.
En ese momento, España quería sondear el ánimo de Reino Unido para volver a situar encima de la mesa el único asunto que enturbia la excelente relación bilateral, pero no se llevó a la cita documento de trabajo alguno.
También se comenzó a tantear la posibilidad de celebrar un encuentro ministerial formal, es decir en el marco del llamado Proceso de Bruselas que arropa la negociación sobre Gibraltar. Las perspectivas de guerra contra Irak y las agendas de los responsables de Exteriores ofrecían poco margen de maniobra entonces.
Con posterioridad, aprovechando que Blair acudió a Madrid el 27 de febrero para abordar con Aznar la crisis iraquí y la posición de ambos países sobre las reformas institucionales de la UE, la cuestión de Gibraltar se coló en la agenda.
La estrategia para reabrir un proceso que amenazaba con languidecer se diseñó en una reunión celebrada en el Palacio de la Moncloa antes de la crisis iraquí.