El euro supera su máximo histórico al alcanzar los 1,1867 dólares
La moneda única ha batido hoy su máximo valor en sus cuatro años de vida al cambiarse por 1,1867 dólares en la Bolsa de Francfort, frente a los 1,1784 dólares del viernes. También ha rebasado su marca más alta el cambio oficial marcado por el Banco Central Europeo (BCE), que lo ha fijado en 1,1813 dólares.
El 4 de enero de 1999, el BCE estableció el cambio en 1,1789 dólares y la superación de este nivel es una barrera psicológica tan importante como la paridad con el billete verde. En los últimos doce meses, la divisa comunitaria se ha apreciado un 27% frente al dólar, lo que ha perjudicado la competitividad de muchas empresas exportadoras europeas, aunque también ha rebajado las presiones inflacionistas en la eurozona.
Los expertos opinan que la fortaleza del euro es consecuencia de la debilidad del dólar, perjudicado por la débil recuperación económica en EEUU, la inestabilidad política en Oriente Próximo y las amenazas terroristas. Hoy, los analistas prevén que la negociación en los mercados será tranquila y cuente con escaso volumen de negocios por ser día festivo en Nueva York y Londres y permanecer los parqués cerrados.
Rebaja de tipos de interés
Ante la apreciación del euro, la mayoría de analistas dan por seguro que el BCE recortará los tipos de interés en su próxima reunión del 5 de junio para reactivar la economía europea, cuyo crecimiento es muy limitado y, en el caso de Alemania, puede estar rozando la recesión.
El economista jefe del banco emisor europeo, Otmar Issing, consideró este fin de semana que hasta ahora falta toda prueba del peligro de deflación, pero opinaba que las conjeturas sobre este fenómeno son en sí preocupantes. Por el contrario, el gobernador del banco central de Luxemburgo, Yves Mersch, que, al igual que Issing, también es miembro del consejo de gobierno del BCE, declaró que en los próximos doce meses Alemania puede caer en una deflación, aunque sea de corta duración.
El problema al que se enfrenta la autoridad monetaria en su próxima reunión del 5 de junio sobre su política monetaria es prever cómo evolucionarán los precios en los próximos meses para poder determinar un recorte de los intereses en la eurozona, que desde marzo están en el 2,5%. De entrar en una deflación, Alemania necesitaría una fuerte bajada de los tipos, del orden del 0,50 puntos, mientras que otros países que comparten el euro, como Irlanda, Portugal, Grecia y España, tienen índices de encarecimiento por encima del 3% y requerirían una política monetaria más restrictiva.
Los mercados financieros y varios políticos europeos, entre ellos el ministro francés de Finanzas, Francis Mer, han solicitado a la entidad una reducción de los intereses para estimular la economía de la zona euro. También los mercados de divisas están muy atentos a los movimientos que haga el banco emisor el próximo 5 de junio. Si el BCE mantuviera los tipos intactos, el dólar podría continuar su descenso contra el euro, un proceso que aceleraría el proceso deflacionista en Alemania y otros países con un crecimiento económico reducido, como Francia.