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Una película de terror filmada con 'webcam'

My little eye (La cámara secreta) es una interesante película de terror psicológico. Y claustrofóbico. Su director, Marc Evans, ha conseguido como nadie mezclar varios fenómenos culturales de los últimos años: los reality shows tipo Gran Hermano, Internet como canal de comunicación y la estética documental de la Bruja de Blair, que tanta angustia creó entre los espectadores.

Todo comienza en la Red, con un anuncio cibernético difícil de rechazar: 'Se buscan cinco jóvenes dispuestos a estar encerrados en una casa aislada durante seis meses, a cambio de un millón de dólares. La condición es que ningún huésped abandone el caserón, o todos pierden.

La casa, en medio de un bosque, está llena de webcam que no pierden detalle de lo que pasa allí dentro. Toda la acción de la película tiene lugar dentro de una página web que se transmite por Internet las 24 horas al día.

La novedad es que el director escocés, que no teme al cine experimental, no utiliza las nuevas tecnologías para conseguir impactantes efectos especiales. Realmente, aplica las nuevas herramientas tecnológicas a la propia esencia del cine, al rodaje.

La película ha sido filmada con cámaras digitales y webcam, una simbiosis que ha obligado a rediseñar la pantalla de cine, convirtiéndola en una especie de macropantalla de ordenador. En ella, las imágenes se suceden con un ritmo sincopado, como si el espectador estuviese delante del ordenador de su casa, rodeado de la atmósfera de terror provocada por el director.

El proceso de casting de este thriller, producido por WT2, la división de producciones de bajo presupuesto de Working Title -cuyo primer proyecto fue la célebre Billy Elliott- tuvo sus más y sus menos. 'Había que encontrar cinco veinteañeros desconocidos, capaces de trabajar a gusto con un sistema de múltiples cámaras escondidas y un rodaje en formato digital'.

Los protagonistas han seguido un método de rodaje inédito. No había marcas para los actores ni posiciones de cámara de las que debieran estar pendientes. Laura Regan, que interpreta a una de las (¿afortunadas?) huéspedes, asegura que 'se trata de una nueva forma de interpretar. No es teatro puro, pero tampoco cine convencional'.

La película, que emplea el lenguaje de las cámaras de vigilancia, tiene una textura visual muy diferente a la del cine de terror convencional y convierte a los espectadores en auténticos voyeurs.

My little eye llegará a los cines españoles el 13 de junio, de la mano de United International Pictures. ¿Está dispuesto a descubrir qué oscuro secreto esconde la casa que hace que todos sientan que les observan más de un millón de ojos?

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