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Franquicias

Panishop construye una fábrica para suministrar a los franquiciados

El grupo aragonés de panadería y repostería Panishop invertirá seis millones de euros en una fábrica ubicada en las afueras de Zaragoza y que, según Mario Moreno, director de compañía, 'supondrá la respuesta industrial al fuerte crecimiento de las franquicias'. La nueva planta, que estará plenamente operativa a principios del próximo verano, centrará su actividad en la gama especial de pastelería, bombonería y piscolabis. Panishop tiene su origen en la panadería abierta en 1902 en Zaragoza por el empresario Antonio Rébola, cuyos descendientes continúan con el negocio familiar. El grupo, tras reconvertir y ampliar su producción, ha cimentado su crecimiento en la franquicia, encomendada a la sociedad Franquipán. Ello le ha permitido pasar de los 5,4 millones de euros facturados en 1998 a los 12 millones con los que cerró 2002. La plantilla asciende a 400 trabajadores, en su mayoría mujeres.

La empresa inauguró el pasado día 22 un nuevo establecimiento en Zaragoza, que hace el número 35 de su cadena, y proyecta elevar a 10 las aperturas de este año. Los nuevos enclaves franquiciados se ubicarán en Madrid y en el área natural de expansión de la cadena: Aragón, Comunidad Valenciana y La Rioja.

Moreno atribuye el fuerte crecimiento de las franquicias 'al hecho de que la marca disfruta de una imagen de calidad excelente para una amplia gama de productos'. La amplitud de la oferta, el diseño de los establecimientos y el trabajo de la plantilla han constituido, según el director general, 'las claves del éxito de una empresa que ha tenido que superar momentos muy difíciles a lo largo de su historia'. Mario Moreno y Antonio Rébola, que fue distinguido como mejor empresario joven de Aragón, tuvieron que dar la vuelta a un negocio que parecía abocado al cierre en los momentos en que iniciaron su gestión.

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