Los bancos conceden a Cordiant más tiempo para pagar su deuda
El grupo británico de publicidad Cordiant ha conseguido de sus bancos prestamistas un respiro para hacer frente a la elevada deuda que acumula después de sufrir la pérdida de uno de sus principales clientes, la compañía de bebidas Allied Domecq. Las entidades financieras le han concedido un nuevo plazo, hasta el 15 de julio, para resarcir el pago y reorganizar su actividad, que ahora da unas pérdidas brutas de 319 millones de euros, según la compañía.
El retraso de los plazos ha sido muy bien recibido por los directivos de la multinacional, es más, éstos creen que 'si hubiera tenido que cumplir el acuerdo para registrar los resultados de 2002, que concluía ayer, 1 de mayo, habría tenido que suspender la cotización de las acciones'.
Aunque esta concesión es un pequeño alivio para arreglar algunas cuestiones, los graves problemas por los que atraviesa siguen preocupando a su presidente ejecutivo, David Hearn. Cordiant sigue corriendo el riesgo de perder más clientes ante su delicada situación e incluso teme deserciones de personal de plantilla.
Hearn dijo ayer que 'la multinacional está considerando una gran variedad de opciones estratégicas para afrontar las pérdidas'. Entre las medidas, está estudiando la posibilidad de vender o fusionar su buque insignia, la compañía de publicidad Bates.
Precisamente, los analistas consideran que la solución para la salida de la crisis de la multinacional depende de las medidas que adopte para la reestructuración. Ayer los expertos argumentaron que sus filiales, incluso Bates podrían sufrir serias dificultades para ganar nuevos clientes dadas las circunstancias. Fuentes de esta empresa, sin embargo, apuntaron que sus clientes están conservando sus cuentas y están siendo muy leales.
Ya antes de perder a Allied Domecq, Cordiant había anunciado que buscaría compradores para su agencia de relaciones públicas Dynamics. Además había previsto operaciones de sus agencias de comunicación en Australia y Alemania.
Cordiant está estudiando también la venta del 25% del capital que posee en la central de medios de compra Zenith Optimedia, participada a su vez, en un 75%, por el grupo francés Publicis.
La crisis de Cordiant comenzó a finales del año 2001, como consecuencia de las cancelaciones de campañas tras los atentados del 11 de septiembre. Entonces anunció una severa reducción de la plantilla (1.000 puestos). La crisis económica provocó una caída de los ingresos del 11,3% el pasado año.