Galán afirma que la opa de Gas Natural pone 'en peligro' el sistema energético
Sánchez Galán ha saltado de lleno a la arena para fajarse en la disputa con Gas Natural, que pretende controlar Iberdrola. Ayer, en Madrid, rodeado de un nutrido grupo de ejecutivos de primer nivel de la compañía eléctrica, exhibió su lista de argumentos para descalificar la operación preparada por la firma gasística presida por Antoni Brufau. Eso sí, quiso dejar claro que sus manifestaciones debían encuadrarse en el respeto que se tienen que observar con los trámites legales establecidos y que 'no deben interpretarse como una decisión del consejo de administración'.
Legalismos aparte -sólo recurrió a a ellos cuando las preguntas de los medios de comunicación comenzaron a resultar incómodas-, Galán se empeñó en desmontar las tesis de Gas Natural sobre la bondad de la operación de control de Iberdrola. El primer ejecutivo de la eléctrica, para apoyar sus tesis, acudió a uno de sus escuderos, José Sainz Armada, director financiero de Iberdrola.
Armada no escatimó datos, sobre todo económicos, para defender la independencia de Iberdrola. Importante reducción de las sinergias previstas -80 millones de euros según Iberdrola frente a los 415 anunciados por Gas Natural-, recortes de plantilla, menor beneficio, mayor endeudamiento y la destrucción de valor para el accionista fueron algunos de los argumentos esgrimidos por el responsable del departamento financiero de la compañía presidida por Íñigo de Oriol.
Según Iberdrola, la eventual integración de Gas Natural e Iberdrola provocaría un recorte en las inversiones previstas de 4.100 millones de euros y unas desinversiones de 5.000 millones. Para Galán, esta estrategia supondría un recorte inversor de 3.400 millones de euros en los próximos tres años, de los cuales 2.500 millones de euros en generación eléctrica.
El consejero delegado de Iberdrola se refugió en la filosofía del Plan Energético Nacional (PEN) para asegurar que tanto las desinversiones como la falta de inversiones 'ponen en peligro' el desarrollo de las infraestructuras de gas y electricidad. Según él, la política industrial prevista por Gas Natural, si sale adelante la operación de control de Iberdrola, afectaría al desarrollo de 7.400 megavatios, una cifra que supone el 18% de la potencia instalada en España y el 50% de la nueva capacidad prevista en el informe de planificación energética.
Lo mejor para el accionista
Ignacio Sánchez Galán afirmó que el mercado 'reconoce el modelo de Iberdrola' y que la oferta de Gas Natural no es una 'propuesta de valor'. 'Gas Natural no produce gas, lo compra, al igual que Iberdrola, pero nosotros sí producimos energía eléctrica', sentenció. El consejero delegado señaló que son los accionistas los que deben tomar una decisión 'y lo que queremos es ayudarles, y en eso estamos'.
Está previsto que la próxima semana se pronuncie la Comisión Nacional de la Energía (CNE) sobre la oferta pública de adquisición.