La SEPI propone a las entidades que pujan por ENA que agrupen sus ofertas
La privatización de las autopistas públicas entra en su fase decisiva y la SEPI ha dado las últimas directrices sobre cómo deben abordar el proceso a las empresas y entidades financieras que han entrado en la puja. En concreto, la sociedad estatal ha sugerido al elenco de empresas y entidades financieras aspirantes que aúnen ofertas para configurar grupos más potentes y equilibrados entre los que elegir al adjudicatario, según distintas fuentes cercanas al concurso.
De momento, Ferrovial ha incorporado a su consorcio a Europistas, concesionaria de autopistas en la que participa y que inicialmente había presentado oferta en solitario. Junto a ellas, aparecen Caja Madrid y Unicaja.
Sacyr, que acudió inicialmente a la privatización en alianza con Juan Abelló, SCH, Caixanova y Caixa Galicia, baraja también la incorporación de otros socios al consorcio. FCC, que ha presentado sus credenciales en solitario, estaría también abierta a cerrar alguna alianza en la última fase de puja.
Los otros aspirantes son Abertis, la sociedad nacida de la fusión de Acesa y Aurea; Acciona; OHL, que acude junto a Apax, y los fondos de capital riesgo CVC y Carlyle, que han presentado una candidatura conjunta.
Precisamente, la presencia de estas dos entidades financieras ha sido un factor decisivo para que la SEPI sugiriera la concentración de propuestas.
Al igual que ha ocurrido en el proceso de venta de la red de transmisión de señales de Retevisión, todavía no resuelto, el Gobierno no ve con buenos ojos que este tipo de entidades se queden con empresas públicas privatizadas. Por tanto, es muy probable que uno y otro se incorporen a alguno de los grandes consorcios ya configurados o en gestación. La SEPI ha declinado comentar estas novedades en el proceso de privatización.
Precedente
Asimismo, hay que recordar que la misma sugerencia fue realizada por la SEPI en la privatización de Trasmediterránea el año pasado. La entidad que preside Ignacio Ruiz Jarabo propuso a los aspirantes que aunaran sus propuestas para contar ofertas más solventes entre las que elegir. Finalmente así ocurrió.
Una vez lanzada la recomendación, la SEPI ha planteado el calendario definitivo para completar el proceso de privatización de ENA. En una carta remitida a las 19 entidades interesadas, se les indica que deben comunicar formalmente la configuración definitiva de los consorcios antes del 15 de mayo. La presentación de las ofertas se realizará en la última decena del mismo mes. La intención de la SEPI es adjudicar ENA antes de las vacaciones de verano.
En cuanto a los ingresos de la operación, las estimaciones de precio barajadas por el vendedor oscilan en el entorno de los 1.200 millones de euros, aunque la horquilla alcanza incluso los 1.500 millones.
Por contra, fuentes cercanas a los grupos que pujan por ENA estiman que ninguna oferta superará los 1.000 millones, dado el endeudamiento del grupo, que suma 1.200 millones, y las expectativas de retorno de una inversión cuyo horizonte se prolonga 30 años.
Uno de los flecos pendientes de la privatización es el futuro del paquete accionarial del 50% que el Gobierno de Navarra tiene en la filial del grupo Audenasa, que explota el tramo Tudela-Irurzun. Finalmente, la opción más probable barajada por el ejecutivo autónomo es la venta posterior de esas acciones al consorcio que resulte adjudicatario de todo el grupo de autopistas.
La valoración orientativa que maneja el Gobierno foral es de unos 180 millones. Por contra, las fuentes citadas cercanas al proceso sitúan el valor de ese paquete por debajo de los 100 millones.
De momento, los siete aspirantes a la adjudicación de ENA han aceptado los compromisos industriales sobre ENA exigidos por la SEPI y los han avalado, como requisito para poder ofertar.
El sector crece por encima del 4%
El sector de las autopistas de peaje acumula varios años de crecimiento sostenido, en alguno de ellos con tasas superiores al 5%. El balance provisional de 2002 arroja una variación positiva del tráfico, medido en términos de intensidad media diaria (IMD), cercana al 4%, según fuentes solventes del sector. El arranque del ejercicio actual, pese a la incertidumbre económica y política, no ha sido malo, al registrarse tasas de crecimiento similares a las de los primeros meses del pasado año.En todo caso, el índice de variación del tráfico en las autopistas españolas está condicionado por el proceso de apertura de nuevos tramos, un fenómeno que arranca en 2001, con la inauguración de los proyectos previstos en el primer plan de autopistas del PP, que se ha acelerado en 2002 y que culminará entre 2003 y 2005, con la apertura al tráfico de las autopistas radiales de Madrid.A estas concesiones estatales hay que sumar la apertura de varios kilómetros de autopista de titularidad autonómica.Aparte del tráfico, el punto de atención principal de las empresas concesionarias de autopistas es el proyecto de ley de concesiones elaborado por el Ministerio de Fomento y que está a punto de completar su tramitación parlamentaria.Otro asunto pendiente es la resolución del litigio sobre la congelación de los peajes decretada por el Gobierno en el ejercicio 2000. Esta decisión está recurrida por las empresas ante el Tribunal Supremo, que en breve podría dictar sentencia.Asimismo, las concesionarias españoles trabajan para determinar el nuevo estándar de contabilidad para las empresas del sector, que Bruselas planea modificar a partir del ejercicio 2005.