La Bolsa encadena su tercera subida consecutiva al rebufo de Wall Street
La guerra ni ocupa páginas en los informes de situación de las principales firmas del mercado ni preocupa a inversores y operadores. Se ha abierto la veda de la presentación de resultados y, aunque el balance es muy tímido, porque el grueso de publicaciones se producirá en las dos próximas semanas, la ausencia de sorpresas negativas ha sido suficiente para que los índices se desmelenen.
En el estreno de la semana, la excusa para aupar los índices fue que los dos gigantes bancarios estadounidenses, Citigroup y Bank of America, mejoraron las expectativas manejadas por los expertos. El bajo volumen de negocio de esa jornada, en una constante advertida en todos los mercados de acciones del mundo, facilitó la ascensión de los principales indicadores.
Al cierre del lunes fue la emblemática IBM la que permitió el contagio alcista en Europa, con unos resultados un centavo peor de lo previsto (79 frente a los 79 esperados), pero con ventas mejor de lo esperado. Novellus Systems animó la contienda con un balance mejor de lo esperado. La advertencia que esta empresa hizo respecto a que la demanda de semiconductores seguiría débil sólo tuvo impacto en su cotización, pero no en el fondo del mercado.
Las últimas referencias empresariales de EE UU, sin embargo, han dado que pensar a más de un experto. General Motors ha tenido buenos resultados, pero ha reconocido que se ve incapacitada para hacer previsiones de futuro y de asegurar que conseguirá las ganancias que se habían propuesto conseguir para este año, mientras que Continental Airlines confirmaba con sus cuentas que este va a ser uno de los peores trimestres para la industria aeroespacial.
Después de hora en Wall Street seguía el plato fuerte de cuentas empresariales. Intel, Motorola, Microsoft y Texas Instrument son algunos de los valores líderes que moverán los índices en una u otra dirección, a un lado y otro del Atlántico. En Europa las referencias más importantes vinieron de la mano de unas pérdidas menores de las previstas en Philips y resultado mejor del esperado en Novartis. No influyó la rebaja de precios objetivo que hizo Deutsche Bank para Nokia y Ericsson.
La economía preocupa
Mayor protagonismo tuvieron ayer las referencias económicas. El índice Empire de la Reserva Federal de Nueva York, que mide el sentimiento y las perspectivas en el sector industrial para los próximos meses, registró el peor dato desde los atentados de Estados Unidos, en septiembre de 2001. La producción industrial, por otro lado, bajó un 0,5%, más de lo pronosticado por los analistas. Las cifras desvelan que la industria utilizó sólo el 74,8% de su capacidad total en marzo, que es el nivel más bajo desde diciembre de 2001.
La publicación de estos datos mermó en parte las ganancias de los mercados europeos. El Ibex se precipitó durante la primera hora de negociación en Wall Street. Llegó a perder un 0,27%, pero en el último trayecto de la jornada se recuperó vertiginosamente hasta cerrar con una ganancia del 1,11%, con lo que acumula un ascenso del 2,38% en tres días. El negocio sigue en la banda baja del año, con 1.186 millones netos negociados.
Telefónica, BBVA y SCH fueron los artífices de la subida de la Bolsa con ganancias del 1,85%, 2,01% y 1,77%, receptivamente. Más subieron otras compañías como Arcelor (7,11%), Banco Popular (3,66%) o Zeltia (2,77%).
Metrovacesa, por el contrario, sigue penalizado y en las dos últimas sesiones se ha dejado un 10,41% de su valor. Las constructoras estuvieron en la cuerda floja, Dragados, ACS, FCC y Ferrovial se colocaron entre las peores posiciones del índice en el día con descensos del 3,19%, 2,21% y 1,13%.