Bruselas rechaza el registro de auditores de EE UU
La Unión Europea denunció ayer la enésima amenaza de extraterritorialidad de la legislación estadounidense sobre mercados financieros. El comisario europeo de Mercado Interior, a petición unánime de los ministros de Economía y Finanzas de la UE, exigió ayer por escrito a Washington que conceda 'a las auditoras europeas una exención total de la obligación de registrarse' ante la nueva unidad de supervisión creada por EE UU.
La Administración de George W. Bush, en respuesta a los escándalos financieros de empresas estadounidenses como el de la empresa Enron o el de Worldcom, ha decidido la creación de un registro público que supervisará la labor de las auditoras que operen en EE UU.
El comisario europeo de Mercado Interior, Frits Bolkestein, en una contundente misiva dirigida al presidente de la Comisión de Valores de EE UU (la SEC), tacha la iniciativa de 'ineficaz, innecesaria y desproporcionada'. 'Por todas estas razones, pedimos una exención total de la obligación de registro para las auditoras de la UE', concluye la carta del holandés. Bolkestein recuerda a las autoridades estadounidenses que la Unión Europea ya dispone desde mediados de los ochenta de un eficaz sistema de registro de auditoras en cada uno de los 15 Estados miembros. 'La propuesta de EE UU añade, por tanto, un segundo control innecesario y costoso', señala una carta de la que también se ha enviado copia al secretario de Estado de Economía, John Snow.
Bruselas advierte a las autoridades de EE UU que las nuevas normas pueden provocar 'una concentración aún mayor del mercado' porque 'las auditoras pequeñas de la UE tal vez opten por no registrarse (...) dados los elevados costes que supondrá'.
La Comisión ya ha tenido que enfrentarse anteriormente a la reacción legislativa con la que Washington intenta devolver la confianza a los inversores. Bolkestein ha calificado de 'desproporcionada' una respuesta que se inició con la llamada ley Sarbanes-Oxley. 'Siempre hemos dicho que compartíamos el objetivo de devolver la confianza al inversor, pero la nueva ley se hizo demasiado deprisa', señaló ayer un portavoz oficial de la Comisión Europea.
Las normas emanadas de este texto presentan siempre en los primeros borradores una aspiración extraterritorial que dispara las alertas en terceros países. La UE ya ha conseguido evitar que la nueva legislación estadounidense sobre la labor de asesoría legal acabase suponiendo una nueva regulación de la abogacía europea. Tras duras negociaciones, EE UU aceptó excluir parcialmente de su legislación a los abogados radicados en Europa.
En este nuevo caso, el registro creado por EE UU podría ser incompatible incluso con la directiva europea de protección de datos, pues la mayoría de la información que se exige a las auditoras recibe la calificación de sensible o personal en la legislación comunitaria.