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Guerra en Irak

Los inversores buscan refugio en la deuda de los países emergentes

En los tres primeros meses del año, los fondos de deuda emergente absorbieron 948 millones de dólares, un 11,40% más que todo lo registrado en 2002, cuando se recibieron 648 millones de dólares.

La guerra en Irak, ya antes de que comenzara, penalizó los mercados de EE UU y de Europa, mientras que la inversión en mercados emergentes se benefició. Así lo refleja un informe de Emerging Portfolio.com Fund Research, empresa con sede en Boston que evalúa semanalmente 171 fondos gestores de 9.700 millones de dólares.

'No hemos visto flujos hacia los bonos de mercados emergentes tan fuertes desde que empezamos el seguimiento en 1995', afirma el director de esta empresa, Brad Durham.

Una de las principales motivaciones que tienen los inversores es que no hay mejores opciones. 'En un ambiente donde todo es muy caro, los bonos de los productos emergentes son los únicos que ofrecen beneficios', explica Said Saffari, analista de Credit Suisse First Boston.

No obstante, y así como la guerra aumenta la incertidumbre sobre las economías más avanzadas, el desinterés de los inversores por los mercados de EE UU y Europa se basa en los fundamentos de sus propias economías.

La debilidad del crecimiento se refleja en un declive progresivo de la confianza de los empresarios y los desplomes de las Bolsas, que dejan poco margen a los inversores.

'Los gestores de fondos no tienen dónde invertir todo el dinero procedente de las acciones', afirma Saffari. Los principales índices bursátiles desalientan. El Dow Jones cayó un 22% en los últimos 12 meses y las Bolsas europeas no fueron mucho mejor. Además, la renta fija de los países desarrollados 'ha empeorado su calidad', según explica Ramón Pereira, director de Franklin Templeton España, lo que aumenta el atractivo de los bonos de mayor riesgo.

No obstante, el buen comportamiento de la deuda emergente no es reciente. Graham Stock, analista de JP Morgan, explica que la confianza de los inversores se muestra en el hecho de que 'a finales de 2001 presenciamos la declaración de moratoria de pagos de Argentina, un evento muy importante contra los flujos a mercados emergentes. Sin embargo, no observamos que en 2002 estos flujos se vieran especialmente afectados y dieron un beneficio espectacular'.

El beneficio global del índice EMBI de JP Morgan, que mide los bonos soberanos de los mercados emergentes, fue en 2002 del 13,10%, frente al 11,6% de los bonos del Tesoro de EE UU.

Bajo volumen inversor

La afluencia ha mejorado en las últimas semanas. Sólo en marzo, los flujos hacia los fondos que invierten en mercados emergentes ha sido de unos 400 millones de dólares, más del 42% del total recibido en lo que va de año.

No obstante, y pese al creciente aumento, la inversión en estos mercados aún es pequeña. 'Es cierto que el mercado de bonos emergentes tuvo un desempeño muy fuerte en 2002 y que ha dado mejores rendimientos que muchos otros activos, pero también es verdad que los flujos financieros a mercados emergentes están actualmente a los niveles más bajos en bastantes años', explica Paul Rawkins, de Fitch.

Los mercados latinoamericanos son en buena parte responsables y beneficiarios de los nuevos flujos de capital. La suspensión de pagos de Argentina y los temores a que la llegada a la presidencia brasileña de Luiz Inácio Lula da Silva implicara otro impago de deuda hicieron que el precio de los bonos latinoamericanos sufrieran drásticas caídas. 'Los precios se desplomaron sin tener ninguna relación con los fundamentos económicos', apunta Rafael de la Fuente, analista en Nueva York de BNP Paribas.

Una vez que las dudas sobre la economía brasileña se disiparon, descartando políticas económicas poco ortodoxas por parte de Lula, los inversores se han encontrado con unos productos baratos, con gran rentabilidad y cuyo riesgo ha disminuido.

Brasil 'tiene un desempeño muy bueno, con un rendimiento del 21% en lo que llevamos de año', afirma Stok. Su diferencial con los bonos del Tesoro estadounidense era ayer de 1.030 puntos.

Aunque los mercados latinoamericanos son los que tienen la posición más ventajosa, los emergente de Europa del Este también se benefician. Los inversores 'están cómodos al ver la recuperación económica de estos países, como Rusia, y se quieren comprometer con ellos', dice Saffari.

No obstante, la inversión hacia los países del Este está más descontada por el mercado, pues la perspectiva de su incorporación a la Unión Europea facilitó el marco para hacerlo.

A quien sí ha perjudicado la evolución de la guerra en Irak es a Turquía. La deuda soberana de este país se ha visto penalizada por las decisiones del Parlamento turco, que ha impedido el despliegue de soldados estadounidenses en la ofensiva contra Irak, perdiendo así unas ayudas económicas prometidas por EE UU de 30.000 millones de dólares.

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