El euro llega a 1,09 dólares en su cambio más alto desde el inicio de la guerra
La divisa estadounidense mantiene su lenta caída a consecuencia de los indicios cada vez más evidentes de que el conflicto en Irak va a ser más largo de lo previsto. Indicios que confirman los protagonistas en el 'teatro de operaciones'. El general Tommy Franks, comandante de las fuerzas militares de EE UU en Irak, admitió no saber cuánto puede durar la guerra, y no descarta que llegue hasta el verano.
Los inversores siguen retirando su dinero del billete verde, y el euro llegó a cambiarse en Francfort a 1,0916 dólares y el BCE fijó su cambio oficial en los 1,0916, un 1,73% más que el viernes pasado, aunque hacia las 14.25 horas se había depreciado ligeramente hasta los 1,0892 dólares.
Los analistas apuntan que la prolongación de la guerra puede afectar de manera significativa a la economía estadounidense. El viernes, la publicación de un flojo dato de confianza del cosumidor se unió a las advertencias de la caída de los ingresos de las empresas.
Asimismo, el Gobierno se en encuentra en una situación récord de déficit, y una guerra larga no haría sino incrementar el gasto del la administración Bush. Algunos operadores predicen que de confirmarse lo que ahora se perfila como una guerra de desgaste en Irak, el euro podría apreciarse pronto por encima de los 1,10 dólares.
El euro también fue aupado hoy por la depreciación del yen japonés, que sufrió un golpe por la disputa entre Japón y Corea del Norte sobre un satélite espía que lanzó el país nipón para vigilar las actividades militares del régimen de Pyongyang.
Tipos de interés
Respecto a la política monetaria en la eurozona, el Banco Central Europeo (BCE) dejará probablemente inalterados los tipos de interés en el actual 2,5% en la reunión de su consejo de gobierno este jueves en Roma. La entidad rebajó en un 0,25% porcentual el precio del dinero en marzo para ayudar a estimular el alicaído crecimiento económico en los doce países del euro y declaró su disposición a actuar con rapidez y decisión en lo referente a la política monetaria, si es necesario.
Varios miembros del órgano directivo del BCE, incluido su economista jefe, Otmar Issing, han enfriado con sendas declaraciones los pronósticos hechos por los mercados financieros sobre un nuevo recorte de los tipos para contrarrestar las negativas repercusiones económicas de la guerra en Irak.