Gas Natural está dispuesta a mejorar el precio para lograr el éxito de la opa
Gas Natural está abierta a modificar el precio y las condiciones de la oferta pública de adquisición lanzada sobre Iberdrola para vencer las reticencias de los accionistas de la eléctrica. Los directivos de la gasística están dispuestos a entablar conversaciones con los socios institucionales de la eléctrica presentes en el consejo de administración, BBVA y BBK, ya que, además de controlar más del 15% del capital, su posición puede ser determinante en las decisiones de accionistas minoritarios.
Gas Natural tiene todavía tiempo para revisar su propuesta. Según la normativa vigente 'el emisor de una opa puede cambiar las características de la oferta en cualquier momento anterior a los últimos siete días hábiles previstos para su aceptación, siempre que tal revisión implique un trato más favorable para los destinatarios'.
Mientras, otra de sus prioridades es convencer a los fondos de inversión y de pensiones extranjeros y españoles (que controlan más del 50% de la compañía) de las oportunidades que se crean con la fusión de Gas Natural e Iberdrola.
No obstante, según medios consultados, esos inversores también se decantan por exigir una mejora de la oferta. Y utilizan, entre otros argumentos, que la opa que Gas Natural lanzó por Iberdrola a finales del año 2000 valoraba la eléctrica de forma muy similar y con una oferta un 50% en metálico y un 50% en acciones, mientras que la empresa ha ganado en valor en estos dos años y medio.
En esta misma línea, un informe del banco de negocios UBS Warburg considera que la operación no tendrá éxito debido al bajo precio ofertado por acción y a la oposición de accionistas clave en la empresa gasística. La firma suiza señala que la operación podría fracasar si Gas Natural se niega a elevar la oferta por la eléctrica.
Así parece entenderlo también el propio presidente de Gas Natural, Antoni Brufau: 'Podremos discutir si el valor de 17 euros por acción es el adecuado o no. Estamos dispuestos a discutirlo. Sentémonos y hablemos', decía en una entrevista publicada ayer por El Correo.
Dado que la oferta supone que el accionista que la acepte entra por el canje en la nueva compañía, los directivos de Gas Natural intentan que los argumentos sobre la bondad de la opa no se centren sólo en el precio.
Mejores activos
Con independencia de las participaciones que la empresa fusionada tuviese que vender, se resalta, entre otros aspectos, la calidad del mix de los activos de generación del grupo resultante. Y ése es precisamente uno de los talones de Aquiles de Gas Natural en su plan de tomar posiciones en esa actividad. Es algo que se refleja claramente este año: la elevada hidraulicidad está reduciendo los precios del pool (mercado mayorista de generación), por lo que la rentabilidad de los ciclos combinados está por los suelos.
También es un tema que afecta a Iberdrola, y más en la medida en que es la eléctrica con unos planes más ambiciosos de inversión en esas centrales. Y Gas Natural podría ofrecer el gas más rentable y con mejores condiciones, aunque sus contratos también estén indexados al precio del petróleo. En el consejo de Iberdrola siguen, de momento, sin fisuras hasta saber los términos de la oferta (plan industrial, financiero, desinversiones, etcétera) presentada por Gas Natural. Fuentes consultadas aseguran que la declaración del máximo órgano de gobierno de la eléctrica, en la que se consideraba que la oferta no se ajusta al valor de la sociedad, no fue más rotunda porque están a la espera de más información.
Y señalan que de mantener sus actuales planteamientos tanto BBVA como BBK, que tienen en conjunto el 18% de la eléctrica, el control de Iberdrola se presenta complicado para Gas Natural. Las dos entidades financieras son depositarias además de un importante número de acciones de la sociedad presidida por Íñigo de Oriol, que son propiedad de los fondos que gestionan. Banco y caja podrían informar negativamente sobre la propuesta de la sociedad gasista.
La decisión final del consejo de Iberdrola se conocerá, no obstante, en el plazo máximo de un mes. Los directivos de la compañía eléctrica siguen, entre tanto, trabajando en el desarrollo actual de la compañía sin descontar la oferta de Gas Natural, una propuesta que en teoría supondrá un adelgazamiento del parque de generación de Iberdrola. Las desinversiones en este campo podrían llegar mediante la venta de los activos hidráulicos en la Cuenca del Duero, además de una racionalización en las inversiones para la construcción de plantas de ciclo combinado.
Y también continúan los intentos de Oriol por asegurarse apoyos, entre ellos, los de sus colegas de otras eléctricas y los del presidente de Repsol YPF, Alfonso Cortina.
Gas Natural, mientras, tiene garantizado el aseguramiento financiero de la opa sobre Iberdrola. La sociedad dirigida por Antoni Brufau tiene negociado un crédito puente con La Caixa y Société Générale, que luego se convertiría en un préstamo a largo plazo que sería soportado y convertido en deuda a más largo plazo por la nueva Gas Natural que ya integraría los activos de Iberdrola.