Repsol y La Caixa revisarán su presencia en el capital y el consejo de Gas Natural
Los accionistas de referencia de Gas Natural, La Caixa y Repsol YPF, renegociarán los pactos sobre el reparto de poder en el consejo de la gasística y no sólo los acuerdos industriales, al tiempo que se plantea una modificación de la composición accionarial de la compañía que preside Antoni Brufau.
Esta revisión, que se concretará cuando se conozca el futuro de la oferta pública de adquisición lanzada por Gas Natural a Iberdrola, se plasmaría básicamente con una modificación de la presencia de la petrolera en Gas Natural. Actualmente, la entidad financiera catalana, que directa e indirectamente controla más del 30% del capital de Gas Natural, y Repsol YPF, que posee el 24%, mantienen una presencia paritaria en su órgano de gobierno, con cinco representantes para cada socio.
La caja catalana sólo podría comprar directamente a Repsol YPF un 5,9% sin caer en la obligación de lanzar una opa. Esta posibilidad se contempla básicamente en el caso que la oferta pública de adquisición lanzada por Gas Natural a Iberdrola no tenga éxito.
Pero repercusiones similares se plantean en los otros posibles escenarios. Y es que la crisis que ha estallado por las divergencias en el seno del consejo de administración de Gas Natural, tras la opa sobre la empresa que dirige Ignacio Sánchez Galán, no sólo repercutirá en aspectos del pacto, sino en la existencia del mismo.
En la reunión del consejo de administración de la petrolera, que concluyó la noche del martes, en el que se admitió que sería necesaria la revisión de los acuerdos industriales vigentes, se refrendaron las diferencias que se habían plasmado incluso en comunicados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
'Puede ser la ruptura en esa compañía, aunque La Caixa sea el primer accionista de Repsol', señalan medios cercanos a las entidades implicadas, a no ser que Brufau consiga reconducir la posición de la dirección de la petrolera. Pero ese cambio parece ahora imposible después de los pasos dados. El grupo que preside Alfonso Cortina, pese a que ha defendido en diversas ocasiones la bondad de una operación similar, hubiera preferido que la transacción se abordase tras la finalización de la guerra contra Irak.
Conflicto de intereses
Asimismo, Brufau se refirió, según los mismos medios, a un posible conflicto de intereses entre Repsol YPF y Gas Natural.
En el consejo de la pasada noche también destacaron, según medios consultados, las declaraciones de uno de los representante del BBVA en Repsol YPF, José Ignacio Goirigolzarri, que fue muy crítico con la estrategia del máximo directivo de la empresa gasística y las repercusiones de estos movimientos y anteriores en la cotización de las empresas implicadas en Bolsa.
La revisión de los pactos entre Repsol YPF y La Caixa afectará igualmente al actual consejero delegado de la compañía gasística, José Luis López de Silanes, que no respaldó la posición de la petrolera, aunque éste podría mantenerse en el grupo como independiente. López de Silanes, consejero delegado de Gas Natural fue nombrado por Repsol YPF en función de ese acuerdo, mientras que el nombramiento de la presidencia correspondió a la entidad financiera catalana.
Pero en paralelo, el staff del grupo gasístico mantiene conversaciones con autoridades centrales y autonómicas, así como con accionistas destacados de Iberdrola. Los contactos sobre su proyecto empresarial se centran ahora en los inversores institucionales de la eléctrica, que poseen más del 50% del capital. Tan sólo Chase Manhattan Bank y Franklin Resources controlan en torno al 10% y 5% de las acciones.
Sin embargo, parece que para lograr el apoyo de las entidades financieras presentes en el consejo, BBVA y BBK, serían precisas modificaciones en la oferta. Un posible cambio de actitud de la caja vasca se reforzaría por el lado de la negociación política, como la planteada en la reunión de ayer que el presidente de Gas Natural mantuvo con el portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz.
Fuentes consultadas no se muestran demasiado pesimistas respecto a la posición de las autoridades de la Competencia, y no sólo por la intención de vender activos por 5.000 millones. El grupo resultante, en caso de que prosperase la operación, se dispondría a reducir drásticamente su presencia en Enagás, entre otras áreas. Las enajenaciones crearían dos nuevos operadores: uno en gas y otro en electricidad.
Y la estrategia de los protagonistas de la opa cara a los políticos, pero también en otros frentes, es evitar la etiqueta de operación catalanista. En esta línea, añaden que además de las conversaciones con sus socios, tanto Pujol y Mas como Rato e Ibarretxe fueron informados casi al mismo tiempo.
Mientras, Iberdrola y Morgan Stanley están a la expectativa para ultimar una estrategia defensiva. Sin embargo, fuentes consultadas estiman que la opa de Gas Natural tiene escasas posibilidades de éxito. La eléctrica sí lanzará una campaña a sus minoritarios para disuadirles de acudir a la transacción.
Entre las tres empresas implicadas, las acciones de la petrolera fueron ayer las más perjudicadas. Sufrieron una caída del 3,93%, inferior, sin embargo, a la de sus homólogas europeas. Mientras, Gas Natural bajó un 1,52%, hasta 15,50 euros. A ese precio, la contraprestación implícita en la opa es de 15,79 euros por cada acción de Iberdrola.