Köhler alerta que una guerra larga frenará la recuperación
El principal ejecutivo del Fondo reconoció ayer que 'es improbable que se recobre totalmente la confianza hasta que remitan las tensiones geopolíticas', una directa referencia a la situación prebélica en la región del golfo Pérsico. Sin embargo, advirtió que no se debe caer 'en un excesivo pesimismo' sobre el futuro inmediato de la economía mundial, puesto que, a su juicio, 'las constantes innovaciones tecnológicas repercuten positivamente sobre la productividad económica'.
Köhler, quien vertió estos conceptos anoche en el Banco de España, donde habló sobre 'crecimiento global sostenible y el futuro de América Latina', se mostró muy cuidadoso a la hora de evaluar las perspectivas de crecimiento. 'Salvo que se produzca una guerra prolongada en Oriente Próximo, espero que continúe la incipiente recuperación', dijo el director gerente del FMI, antes de cifrar en algo más del 3% el crecimiento mundial de 2003, siempre que una guerra contra Irak no se prolongue y amplíe a otros puntos de la región.
Ayer, el periódico alemán Handelsblatt adelantó las perspectivas de la economía mundial que el FMI ha preparado para su encuentro semestral del mes próximo. Allí, el organismo dirigido por Köhler prevé que una guerra prolongada provocaría un recorte de dos puntos porcentuales en el crecimiento mundial, lo que lo reduciría de 3,3% a 1,3% para todo el año en curso.
La visión del Fondo y de Köhler coinciden totalmente con la ofrecida ayer en Washington por el secretario del Tesoro estadounidense, John Snow, ante un grupo de banqueros. 'æpermil;sta es una recuperación lenta en el mejor de los casos. Estamos por debajo de los objetivos y millones de personas que buscan trabajo no lo encuentran'. En el mismo sentido, Köhler dijo en Madrid que 'el mundo atraviesa por un periodo de gran incertidumbre' y remarcó que 'los consumidores y los inversores mantienen una actitud de cautela'.
Al referirse al caso concreto de América Latina, recordó que el año pasado el PIB real de la zona se contrajo el 0,5%, ya que 'el desfavorable clima económico mundial puso de manifiesto la debilidad de las políticas que se estaban aplicando en varios países'. De esta manera, Köhler pareció aludir indirectamente a las orientaciones propugnadas por las anteriores autoridades del FMI, cuando su cargo era ocupado por Michel Camdessus. Según su opinión, 'el principal problema es que en América Latina no se ha pecado por exceso, sino por defecto, en lo que a las reformas se refiere, y que las medidas de política no se han aplicado de una manera consistente'.
En contraposición a sus críticas de la política fiscal en la región, y particularmente en Argentina bajo el periodo de vigencia del sistema de convertibilidad, Köhler elogió la 'pacífica transición democrática en Brasil'. Tras destacar los 'significativos progresos realizados por el ex presidente (Fernando Henrique) Cardoso', el director del FMI elogió al presidente Luiz Inácio Lula da Silva, a quien consideró un 'líder genuino que ha definido un programa correcto: crecimiento y estabilidad macroeconómica con igualdad social'.
Köhler se manifestó 'fundamentalmente optimista' sobre el futuro de la región, a la que adjudicó un enorme potencial para el crecimiento'.