La Casa Blanca descalifica las críticas de Greenspan a su política económica
El presidente de la reserva Federal, Alan Greenspan, compareció ayer ante la Cámara de los Representantes del Congreso de EE UU y, como la víspera ante el Senado, dijo que la perspectiva de una guerra frenaba el avance de la economía y reiteró su crítica al estímulo fiscal que la Casa Blanca quiere que se apruebe. Más contundente que ayer, Greenspan pidió que 'se consolide la vuelta al déficit'.
En la Casa Blanca no se pudo recibir con más enfado el testimonio del presidente de la Reserva, quien hasta ahora había mostrado una cierta condescendencia con George Bush. Sin el respaldo de Greenspan a su plan económico, la defensa de este programa se complica. Por ello, Glenn Hubbard, asesor económico de la Casa Blanca, arquitecto real del último proyecto de recorte de impuestos valorado en 674.000 millones de dólares, dijo ayer que no compartía el juicio del titular de la Reserva de que las incertidumbres de una guerra contra Irak constituyan una 'formidable barrera a la economía'. Para Hubbard, el problema es el parón de la inversión empresarial, algo que 'solo se puede activar con un estímulo fiscal' como el que la Administración quiere poner en marcha.
Hubbard dijo que el testimonio de Greenspan no tiene en cuenta otros problemas económicos que, además de los bélicos, están afectando a las decisiones de los empresarios. El claro apoyo del presidente de la Reserva a la eliminación del impuesto sobre dividendos no ha podido evitar que los demócratas, por boca del senador Tom Daschle, hayan declarado que Greenspan ha dado 'el beso de la muerte a los recortes fiscales propuestos este año'.
El presidente de la autoridad monetaria se hizo eco de una de las advertencias que más han defendido los demócratas: que la vuelta al déficit presionará al alza los tipos de interés. Esta teoría ha sido calificada como 'sin base' por los republicanos, pero Greenspan la refutó con claras palabras: 'El déficit, contrariamente a lo que algunos han dicho, afecta a los tipos de interés a largo plazo y tiene un impacto en la economía'.
Por otra parte, Hubbard restó importancia al manifiesto de los 10 premios Nobel en contra del plan de Bush. 'Alinear economistas no es importante'. No obstante, es posible que no todos en la Casa Blanca compartan esa opinión. Ayer, 200 economistas, incluido los tres premios Nobel Milton Friedman, Vernon L. Smith y James Buchanan, hicieron pública una carta en la que dan su apoyo 'entusiasta a la propuesta de crecimiento económico y empleo' de Bush. La carta considera que el plan 'es fiscalmente responsable y creará más empleo, crecimiento económico y oportunidades para todos los estadounidenses. Además, mejorará la responsabilidad de las empresas y reforzará la nación'.